
La multinacional estadounidense, que ya clausuró su refinería de aceite de girasol de Sevilla en 2012, acaba con toda su actividad productiva en Andalucía a excepción de la joint venture que tiene con Hojiblanca en la firma Mercaóleo.
Cargill ha dejado de tener presencia productiva directa en Andalucía. La multinacional familiar con sede en Minneapolis (EEUU) ha anunciado que cierra la planta de molturación de semilla de girasol y la de aceite embotellado en Sevilla, así como los silos de Córdoba. Dicho cierre afectará a 101 empleados.
"La decisión de cerrar la planta es sin duda difícil, y se ha tomado después de analizar en profundidad todas las posibles alternativas, incluyendo la venta de la planta. Durante los últimos años, el mercado en España ha sufrido una constante reducción en la demanda de aceite para la distribución que, junto con un exceso de capacidad de molturación y embotellado en el sur de España, ha afectado a la rentabilidad de la planta. Además, el declive en las cosechas locales y la fuerte competencia en una industria creciente en el este de Europa, implica que la planta haya dejado de ser económicamente viable".
Cargill ya clausuró hace unos meses la refinería de aceite de girasol de Sevilla. La fábrica de embotellado de aceite que se cierra ahora es la única que tiene Cargill en España de forma directa.
Cargill sólo mantendrá en Andalucía su presencia productiva a través de la joint venture que creó con Hojiblanca en 2007 en la firma Mercaóleo. Ubicada en Antequera y compartida al 50 por ciento por ambas empresas, Mercaóleo envasa aceite de oliva bajo marca blanca. Sin embargo, tal y como avanzó elEconomista en octubre pasado, la permanencia de Cargill en esta empresa está en revisión ya que la multinacional considera que no ha aprendido lo suficiente del mercado del aceite de oliva y esta inversión habría dejado de ser estratégica.