Andalucía

Extenda se suma a la ola de impagos a empresas de la Junta de Andalucía

  • Desde Extenda se asegura que se pagará "en función de la disponibilidad presupuestaria".
  • Las empresas desconfían de la agencia, que era el organismo mejor valorado de la Junta hasta ahora.
Teresa Sáez, directora general de Extenda. Foto: Fernando Ruso

La agencia andaluza de promoción exterior no abona parte de las ayudas a acciones de internacionalización de empresas y patronales del primer semestre de 2011, cambia la normativa y obliga a volver a incluir esos proyectos en la convocatoria de 2012 sin garantizar pese a todo el plazo de pago.

Extenda no se escapa de la oleada de impagos de toda la estructura administrativa de la Junta de Andalucía, que está haciendo estragos en el tejido productivo de sectores como la construcción, la formación, los proveedores sanitarios o tecnológicos, entre otros. Según diversas fuentes empresariales, la agencia andaluza de promoción exterior no ha abonado las ayudas a la internacionalización correspondientes al primer semestre de 2011 ni a las empresas ni a las patronales (Eticom, Aesma -justamente en concurso de acreedores por los impagos de la Junta- o Aprean) que realizaron acciones de internacionalización en ese periodo.

Consultada ante esta circunstancia, que está dañando gravemente la imagen de la agencia entre el tejido empresarial andaluz, Extenda alude a un cambio de la normativa de tramitación de esas ayudas aprobada a mediados de año (en una orden de 27 de julio de 2011). Sin embargo, no explica la razón del impago de lo realizado y justificado por empresas y patronales a cierre del primer semestre, antes de ese cambio, y simplemente insiste en que todos los expedientes "se tramitan y resuelven en función de los plazos que contempla la normativa en vigor y se abonan en función de la disponibilidad presupuestaria con la que Extenda cuenta".

En concreto, decenas de empresas de mútiples sectores solicitaron ayudas por valor de 2,37 millones de euros, una cifra que cubre sólo parte del gasto ejecutado por las empresas, por lo que el presupuesto total empleado por el sector privado puede ser de al menos el doble de esa cantidad. El respaldo público que esas firmas tenían previsto recibir ni ha llegado ni tampoco se sabe cuándo va a llegar, según las fuentes consultadas, pese a que estaba justificado en la mayoría de los casos desde julio del pasado año, hace ya casi doce meses. En una coyuntura de graves tensiones de liquidez entre las pymes, la incertidumbre respecto al momento de cobro está agujereando los balances de las compañías.

La no disponibilidad de fondos deja así en agua de borrajas y pone en duda la credibilidad de las cifras reflejadas en los presupuestos de la agencia para 2012, que en el capítulo de líneas de apoyo a empresas recoge un aumento del 23,4 por ciento respecto a 2011, hasta totalizar 5,12 millones para el conjunto del presente ejercicio. 

Soluciones y daños de imagen

Sin embargo, de esta cantidad deberán de descontarse las ayudas no cobradas en 2011 -oficialmente por el cambio de la normativa-, que volvieron a incluirse hasta el pasado 7 de mayo en la convocatoria de 2012 junto a los nuevos proyectos realmente ejecutados por las empresas en lo que va de año. Esta ha sido la manera como la agencia ha tratado de encontrar una solución para encauzar los impagos. De ahí que ese presupuesto sea realmente para cubrir lo hecho en el último año y medio.

Los 2,37 millones adjudicados en el primer semestre del año pasado representaban más de la mitad de los 4,15 millones presupuestados para todo el ejercicio para los programas individuales para empresas, según datos facilitados por Extenda a elEconomista. A su vez, los 5,12 millones presupuestados para este año relativos a esos mismos programas representan el 21 por ciento del presupuesto total de Extenda para este año, de 24,5 millones.

Esta forma de proceder del que hasta ahora era considerado por las empresas el departamento que mejor funcionaba -o uno de los que mejor operaba, al menos- de la Junta de Andalucía ha sembrado la desconfianza en el organismo, con el que las fuentes empresariales consultadas aseguran que evitarán seguir trabajando hasta que no se normalicen los pagos, aún a costa de reducir su actividad internacional.

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