
El grupo tecnológico cordobés, que promueve la instalación junto a la asturiana TSK y la madrileña Ortiz, prevé que la planta empiece a operar a final de 2012.
La planta ha sido financiada con la modalidad de project finance, operación liderado por el BBVA y del que también participan las entidades ICO, Banco Santander, Bankia, La Caixa, Banco Sabadell, Bankinter y Banesto. El importe total de la financiación es de 293 millones de euros, que representa un 75,8 por ciento del coste final, que asciende a 387 millones.
La planta tendrá una potencia nominal de 50 MW y utilizará tecnología de colectores cilindro-parabólicos con almacenamiento de sales. Contará, aproximadamente, con 550.000 metros cuadrados de espejos, 168 lazos y una producción anual prevista de 170 GWh. Ocupa una extensión de 252 hectáreas y entrará en servicio a finales del año 2012.
Complejo pionero
Además, la construcción de este proyecto prevé la generación aproximadamente de 300 puestos de trabajo durante la obra, y necesita unos 50 trabajadores para trabajos de O&M.
La planta entró en el registro de preasignación del Ministerio de Industria de 2009 y se levantará junto a otra planta fotovoltaica de 6,1 MW que funciona desde 2008. Ambas instalaciones forman así un complejo tecnológico pionero en el sector de las energías renovables que evitará la emisión de 88.000 toneladas de CO2 a la atmósfera anualmente.