
La que menos ha superado una guerra civil, una guerra mundial, incontables crisis económicas y hasta una pandemia mundial. La que más, pudo darle de beber incluso a Quevedo, y sigue inspirando desde entonces con sus caldos contra viento y marea. Son empresas centenarias. Según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, IECA, a 31 de marzo pasado había activas en Andalucía con alta en la Seguridad Social 246.220 empresas. Sometidas a una constante selección natural. El 60% de las empresas desaparece antes de cumplir un lustro. Sólo unas 150, estima la agencia Magnun Comunicación, son centenarias en la comunidad. El próximo 27 de mayo estas históricas firmas tienen una cita en el Encuentro de Empresas Centenarias de Andalucía, en el que se quiere identificar y reflexionar sobre los principales retos a los que se enfrentan.
"El desafío de la economía global, caracterizado por nuevos mercados sin fronteras y el predominio de las tecnologías que configuran una nueva forma de producir y trabajar, obliga las empresas que fueron creadas hace más de un siglo a adoptar inaplazables medidas de ajuste para seguir siendo tan competitivas como siempre", explican desde la organización del evento.
Entre las empresas más antiguas de la región están bodegas como Góngora (1682) en Sevilla. Bicentenaria es Barbadillo (1821) que ha celebrado recientemente tal efeméride con el Rey, y con más de 200 años están también Alvear (1729), Osborne (1772) o Delgado Zuleta (1744). Firmas que han envejecido como el buen vino que producen, pero que se han sabido adaptar a los nuevos tiempos.
Hay más que vino en la lista. Hay de todo. Clubes de fútbol (son centenarios el Recre, el Betis y el Sevilla), farmacias, tiendas de chacinas, tabernas, industrias, zapaterías, empresas de cera que alumbran semanas santas desde antiguo, constructoras, papelerías, fabricantes de café, pastelerías, teatros …
La familia, lo primero
El origen está en una empresa familiar. La familia es la clave. Y dentro de la familia, un fundador con una visión, con un sueño. El que imprime carácter. Las siguientes generaciones sustituyen esa visión por preparación. Por profesionalización. El reto del crecimiento, con nuevos miembros que tienen en sus genes la empresa, y que incorporan a personal altamente cualificado, que dan a la empresa la estructura consolidada que le permite sobrevivir.
Y siempre innovación.
"Les caracteriza una sólida combinación entre el respeto a la forma de hacer tradicional -heredada del espíritu fundacional que las alumbró- y una firme apuesta por la adaptación a un mundo que cambia a una velocidad vertiginosa. Son sus señas de identidad la satisfacción por el trabajo bien hecho, el aprovechamiento de las oportunidades, la valoración de los riesgos y la capacidad de reacción para reinventarse en aquellos momentos de la historia en que ha sido necesario hacerlo", aseguró sobre estas empresas la ministra de Industria, Reyes Maroto, en un artículo para el elEconomista, en el que animaba a las firmas centenarias a hacer de tractoras de pymes.
Hay ejemplos sobrados de lo que habla la ministra.
Punta de lanza
Castillo de Canena tiene tradición olivarera en la comarca jienense de La Loma desde 1780. Y hoy es punta de lanza del sector en lo que se refiere a innovación: fueron pioneros en la producción de aceites tempranos, en la promoción a través de personalidades de la cultura o el deporte, en el diseño, en la búsqueda de nuevos productos maridando aceite y algas, o con un sistema de visión artificial que selecciona, una a una, las mejores aceitunas para la elaboración de aceites de oliva virgen extra.
Tan antiguas, y tan modernas. Grupo R Queraltó, era establecimiento de cirugía, ortopedia y óptica, y ahora se anuncia como compañía de comercio electrónico y soluciones digitales avanzadas, especializada en salud y ayudas a mayores. Es la única empresa centenaria del prestigioso ranking FT1000, que la distingue como una de las empresas de mayor crecimiento rápido, orgánico y sostenible de Europa. Es la más antigua de la lista. En 2021 facturó 27 millones de euros, Seis años antes estaba en 3. Ha logrado el salto gracias al ecommerce, que hoy es el 90% del negocio del grupo. La robótica e inteligencia artificial embebida en sus proyectos globales, ha permitido la enorme evolución de este grupo centenario.
Grandes y pequeños
Junto a comercios tradicionales como la zapatería Más de Linares (1902) hay centenarias gigantescas que son las más potentes de sus territorios pese al paso de los años. Es el caso de Cúnext en Córdoba. Su origen está en la Sociedad Española de Construcciones Electromecánicas – SECEM - en 1917,dedicada a la transformación del cobre. En 2020 las ventas superaron las 1.200 millones de euros.
Con tantos avatares en la historia de estas empresas, hay casos en los que la familia fundadora sigue manteniendo la propiedad, en otras ya se ha desvinculado total o parcialmente apellido y propiedad, se han fusionado, en otras el accionariado ha cambiado y ya no queda ni rastro del apellido o apellidos fundadores, en otros se han lanzado a cotizar en los mercados financieros por lo que la base de su accionariado es muy amplia, en muchos casos rozando el anonimato de los accionistas, salvo en el caso de participaciones relevantes que deben ser comunicadas a la CNMV. Pero aún en esos casos son marcas perfectamente reconocibles en su territorio. Buques insignia que alguien, hace más de cien años, soñó y levantó. Y que han tenido quién continuase la labor.
El evento 'Encuentro Centenarias Andalucía 2022' cuenta con el apoyo y colaboración de numerosas empresas, entre las que destacan las que forman parte de su Consejo Territorial: Pastelería Once de Septiembre (Almería), Total Logistics (Cádiz), Aceitunas Torrent (Córdoba), Grupo Herogra (Granada), Instituto Español (Huelva), Castillo de Canena (Jaén), Baeza (Málaga); Grupo Rusvel (Sevilla); y San Telmo Bussiness School como partner académico. Colaboran asimismo la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades y la Fundación Cajasol.