
En 2019 alcanzó los 7,5 millones de viajeros, ha duplicado el tráfico de mercancías y acomete obras por 62 millones para seguir mejorando sus instalaciones ante las buenas previsiones
El aeropuerto de Sevilla vive su mayor transformación de los últimos 30 años, desde que se renovó con motivo de la Expo 92. Nuevas terminales, nueva pista de vuelo, nueva central eléctrica, nuevos hangares y centros de mantenimiento de aerolíneas, nuevos destinos comerciales, nuevas compañías de mercancías, etc.
La revolución ha llegado en los últimos años de la mano del director más joven que ha tenido este aeropuerto, Jesús Caballero -llegó en 2013 con 32 años- y de los buenos resultados que han acompañado tanto su gestión como el boom turístico que está viviendo la ciudad.
Desde el año 2015, cuando el aeropuerto acogió 4,3 millones de viajeros, las cifras no han dejado de multiplicarse. En 2017, las compañías pusieron hasta 20 nuevas rutas en estas instalaciones y se alcanzaron ya los 5 millones de viajeros. En 2018, la cifra de pasajeros creció un 25% hasta superar los 6 millones, y en el año 2019 volvió a batir todos los récords y sobrepasó los 7,5 millones de viajeros -un 18% más-. Con esos registros, el aeropuerto de Sevilla se ha convertido en el que más ha crecido de Europa durante dos años consecutivos.
Sin embargo, sus responsables creen que esta cifra no ha tocado techo y por eso están llevando a cabo la mayor transformación en 30 años, que le permitirá una capacidad de 10 millones de viajeros.
Esa modernización supone una inversión de 61,5 millones de euros que ya en los últimos meses se han traducido en una mejora de la pista de despegue y aterrizaje. Se trata del recrecido que la convierte en la mejor pista de vuelo de España atendiendo a su nivel de equipamiento. En esta obra se han invertido 11 millones de euros y se ha realizado en horario nocturno para evitar que afectara al normal funcionamiento del aeropuerto.
Sin embargo, las obras son más que evidentes en estos días en muchas partes del aeródromo sevillano, donde ya se está acometiendo una reforma y ampliación del terminal de pasajeros que supondrá un aumento del 42% de la superficie útil del edificio. El proyecto, al que se destinarán más de 26 millones de euros, contempla el desarrollo de un área destinado específicamente a tráfico internacional.
Además, se ha adjudicado por otros 7,3 millones la ampliación y reforma de la central eléctrica, que abastece de energía a todo el aeropuerto, un proyecto crucial, teniendo en cuenta el desarrollo que experimentará a medio plazo, con la transformación del edificio terminal o la implantación de nuevos proyectos industriales, como el hangar de Ryanair, entre otros.
Y es que la compañía británica ha anunciado que invertirá un total de 26 millones para construir en el aeropuerto de Sevilla su mayor centro de mantenimiento de aviones tras el existente en su base del Reino Unido. Allí, casi 500 trabajadores cualificados contarán con cinco plataformas donde revisarán su flota de aviones europea.
Otro de los grandes avances del aeropuerto sevillano se ha producido en el tráfico de mercancías, que se ha duplicado debido a la llegada de nuevos operadores y al auge del comercio electrónico, hasta alcanzar los 9.891.513 kilos. Tampoco hay que perder de vista el peso de la industria aeronáutica en el tejido productivo andaluz y el incentivo que ello supone para la salida y llegada de componentes que utilizan -o fabrican- tanto empresas tractoras como auxiliares. El Aeropuerto de Sevilla ha pasado a contar desde 2019 en sus instalaciones con los tres grandes operadores mundiales del sector: DHL, Fedex y UPS.