El sector del aceite de oliva andaluz atraviesa un momento complejo acuciado por una importante caída de precios. El producto estrella de la agroindustria de la región apenas logra sufragar los costes de producción, una situación que está llevando a la ruina a muchos productores.
Un escenario bastante distinto es el que presenta Finca La Torre, una pequeña almazara ubicada sobre las ruinas y restos arqueológicos de la antigua ciudad romana de Singilia Barba, al noroeste de Antequera (Málaga), que ha logrado elaborar un Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) ecológico y de alta calidad, que ya se ha sido distinguido como uno de los mejores del mundo.
La finca, con tradición oleícola desde época romana, fue adquirida en 2010 por Agrifutura Holding AG, propiedad de Marcel Rohner, un banquero suizo que la recibió como parte del pago de una deuda y se marcó como objetivo elaborar el mejor AOVE del mundo. Con ese fin, realizaron importantes cambios sustituyendo la maquinaria obsoleta e incorporando un nuevo equipo técnico, liderado por Víctor Pérez (gerente) y Borja Adrián (director comercial).
Tras varios años de múltiples reconocimientos nacionales e internacionales, en 2014 la compañía completa la segunda fase del proyecto de desarrollo ampliando la almazara y crea un nuevo departamento comercial, lo que permite el crecimiento y consolidación de la marca Finca La Torre.
La empresa trabaja el olivar en biodinámico, una modalidad respetuosa con el Medio Ambiente, cuya calidad es superior a la catalogación ecológica, y se basa principalmente en adaptar técnicas de cultivo y recolección ancestrales.
"La finca es pequeña, el rendimiento del olivar es muy bajo, producimos muy pocos litros, por eso decidimos apostar por la máxima calidad posible. En el aceite de oliva o haces calidad o haces cantidad, las dos cosas es imposible", ha explicado a elEconomista Andalucía el director comercial de la compañía.
La producción media de la compañía ronda los 100.000 litros de aceite de oliva al año, pero este año la campaña no ha sido buena y se han quedado en torno a unos 75.000 litros.
"Ha sido una campaña dura, con temperaturas muy altas que han obligado a recoger la aceituna muy pronto porque se estaba madurando en el fruto. Hacer la extracción en frío cuando fuera hay más de 30 grados es muy complicado", ha destacado el directivo.
A pesar de la compleja campaña, la empresa va a alcanzar este año por primera vez en su trayectoria un millón de euros de facturación, un hito importante en su desarrollo económico, que se debe principalmente al alto precio al que se comercializa su aceite.
El 50 por ciento de la producción de AOVE de Finca La Torre se comercializa en España en tiendas y supermercados gourmet y el otro 50 por ciento se exporta a más de 25 países. Los principales destinos de este exclusivo aceite malagueño son Centro Europa (Eslovaquia, Polonia, Eslovenia, Italia, Francia, Inglaterra…), Alemania, Suecia y sobre todo Asia (Hong Kong, Taiwan, Corea del Sur y Japón), donde la empresa ha logrado duplicar sus ventas en los últimos dos años.
La política arancelaria que han puesto en marcha este año algunos países como EEUU o China, no ha logrado frenar las exportaciones de Finca La Torre, continúa aumentando año tras años sus ventas en el extranjero. "Para nosotros es complicado, los aranceles nos ha afectado en el margen pero no en el volumen de las exportaciones, porque asumimos una parte nosotros y otra parte el importador para mantener así las ventas. Esto lo tenemos que ver como oportunidades y no como una debilidad para el sector", ha subrayado el directivo.
La empresa cuenta con una plantilla fija de nueve empleados, cinco de ellos en el campo y cuatro en oficina. A estos trabajadores se suman durante las campañas de recogida de la aceituna cuadrillas de unos 20 jornaleros, en las fechas de más trabajos se pueden concentrar unos 60 agricultores.
Las instalaciones de la finca albergan un patio de recepción, con capacidad para procesar unas 10 toneladas de aceituna a la hora; una almazara que extrae entre 3 y cinco toneladas de aceite cada 60 minutos; una bodega en la que se almacenan unos 100.000 litros de aceite; y una sala de envasado donde el oro líquido se embotella, bajo pedido, en especiales frascos de cristal como si de un exclusivo perfume se tratase.
Y es que precisamente, esa es la filosofía por la que ha decidido apostar Finca La Torre para distinguirse del resto de productores de aceite de oliva, ofrecer un producto de alta calidad, elaborado con técnicas antiguas adaptadas a la vanguardia de una almazara moderna que se marca como meta principal poner en valor la producción andaluza.