
Los puertos deportivos andaluces vuelven a crecer tras años de caída por la crisis. Los chárter o alquileres de barcos por días o por unas horas para todo tipo de actividades han multiplicado sus usuarios
Con 1.100 kilómetros de costa en el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico, y con un enclave estratégico entre Europa y África, Andalucía cuenta con todos los elementos para convertir la actividad náutica en uno de los sectores de mayor crecimiento y dinamizador para decenas de localidades costeras que viven, especialmente en los meses de temporada alta, del turismo. Si además añadimos la excelente climatología, las buenas condiciones de sus aguas para la navegación, y el importante patrimonio natural y cultural, se puede afirmar que Andalucía cuenta con los mimbres necesarios para convertirse en un destino náutico de referencia internacional.
La región cuenta con 370 playas y con hasta 69 instalaciones náutico-recreativas por todo su litoral, con un total de 22.516 puntos de amarre, que generan una actividad de más de 300 millones de euros y 2.800 empleos directos derivados de su actividad, según la Junta de Andalucía.
Sin embargo, existe muy poca información de la economía que mueve la creciente proliferación de actividades y servicios que ofrecen todo tipo de empresas en estos puertos y que multiplican la facturación del sector. Y es que uno de los principales cambios que ha protagonizado esta actividad en los últimos tres años es un cambio de clientela de los puertos deportivos: frente a los exclusivos usuarios de barcos privados que proliferaban en la primera década del siglo, se ha pasado a una nueva clientela mucho más diversa y de menor poder adquisitivo, pero que acude más a los puertos para alquilar barcos por días o incluso por horas en todo tipo de actividades: chárter, kitesurf, surf, vela ligera, buceo, avistamiento de peces y aves, o simplemente paseo por la costa.
En la actualidad existen ya más de 500 empresas turísticas dedicadas a estas actividades, aunque esa proliferación ha llevado también a un descontrol y a que se ofrezcan con total impunidad por internet empresas, aunque carezcan de licencia para ello. Toda esta nueva actividad ha desplazado en buena medida a la tradicional, que se vio muy afectada por la crisis económica.
Según datos de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (Anem), si en los anos 2003 y 2004 las matriculaciones se situaban en torno a las 13.000 embarcaciones al ano, entre 2007 y 2009, el indicador sufrió un desplome del 57 por ciento y se situó próximo a 5.500 matriculaciones/año, un valor que se mantuvo estable hasta 2011, cuando volvió a caer hasta situarse en 4.000. Desde 2014, el indicador muestra una senda ascendente, que parece confirmar su recuperación, pero aún relativamente bajo. En 2017, tomó un valor de 5.275 embarcaciones.
La distribución de matriculaciones por tipo de embarcación también se ha modificado en la ultima de cada, y aunque el protagonismo sigue siendo de ? los barcos a motor, con el 45 por ciento del parque, este ha perdido peso a favor de las motos de agua y las embarcaciones neumáticas. Las motos de agua representaban un 14 por ciento en 2007 y en 2017 alcanzan ya el 21 por ciento. Y las embarcaciones neumaticas han ganado también 8 puntos porcentuales en el total, alcanzando el 28 por ciento. Por otra parte, el sector también ha visto cómo ha crecido el número de embarcaciones de alquiler y su peso sobre el total de las matriculaciones, pasando de representar en 2007 un 6,8 por ciento, a alcanzar en 2017 el 30 por ciento. Las diferencias por tipo de embarcación son importantes; así, las motos de agua de alquiler representan mas de la mitad del total (52,4%), un 44 por ciento en las embarcaciones de vela y en el resto, aproximadamente el 20 por ciento.
Todos esos datos dan muestra de la nueva realidad: la democratización del sector náutico, que ha pasado de ser un sector exclusivo a un sector popular gracias al incremento del alquiler. Las empresas chárter permiten elegir el tipo de embarcación según sea a motor o a vela, por eslora o capacidad, con o sin tripulación, y con los servicios que el usuario desee como aire acondicionado, duchas, etc. Por lo tanto, es fácil que cualquier persona que desee alquilar una embarcación, encuentre la que más se ajuste a sus preferencias. Las pequeñas embarcaciones de motor se suelen alquilar por días, mientras que los grandes veleros o yates suelen demandarse por semanas o más días debido a la mayor autonomía que poseen. Destacar que existen chárteres especializados, por ejemplo, en actividades de submarinismo, de pesca deportiva, avistamiento de cetáceos, etc.
Puertos andaluces
Esta nueva realidad se ha visto reflejada en los puertos deportivos de Andalucía. La región cuenta con 56 puertos deportivos que suman más de 22.000 atraques. Destaca la provincia de Cádiz con el 30 por ciento de los puertos, seguida por Huelva y Málaga con un 25 y 19,6 por ciento respectivamente. Conjuntamente, aportan el 78 por ciento de los atraques ofertados en los puertos deportivos de la comunidad andaluza. El 80 por ciento de los puertos deportivos andaluces son titularidad de la Junta de Andalucía, cuya gestión puede ser privada o pública.
En el caso de la gestión pública, esta recae sobre la Agencia Pública de Puertos de Andalucía, que actualmente preside Rafael Merino. El resto de puertos deportivos de titularidad pública pertenecen al Estado y las diversas Autoridades Portuarias se encargan de su gestión. De los 21 privados, 16 pertenecen a la Asociación de Puertos Deportivos y Turísticos de Andalucía Marinas de Andalucía, organización que representa al 90 por ciento de los puertos privados andaluces y a más del 60 por ciento de todos los atraques. El principal tractor turístico de los puertos deportivos es la propia oferta de amarres que ofrece.
En la actualidad, según datos del propio sector, alrededor del 60 por ciento de estos amarres son de propiedad, mientras que el 40 por ciento restante es de alquiler. Este 40 por ciento es fundamental para potenciar uno de los productos turísticos de más valor añadido, como es la navegación en tránsito. Es necesario tener en cuenta que los puertos deportivos andaluces tienen la obligación legal de mantener en alquiler un porcentaje de amarres, en algunos casos el 25 por ciento, facilitando de esta manera la disponibilidad de atraques para aquellos navegantes transeúntes.
Según el sector, el grado de ocupación medio anual de los puertos deportivos es del 70 por ciento. Las diferencias entre los servicios ofrecidos por los distintos puertos, públicos y privados, así como sus usuarios hace difícil catalogarlos de igual manera. Los propios implicados marcan tres niveles: el primero está compuesto por la Costa del Sol y Cádiz, que son las dos áreas de mayor desarrollo en número de puertos deportivos y de oferta turística en torno a los mismos. Mientras que la Costa del Sol tiene una oferta más consolidada, vinculada en mayor medida al mar y la tierra, así como un ambiente que promueve más el ocio nocturno y la diversión, la provincia de Cádiz en ese sentido es un destino más equilibrado, donde la confluencia del mar Mediterráneo y Atlántico permite una oferta única en Andalucía tanto en navegación como en deportes náuticos.
En un segundo nivel, la Costa de la Luz y Almería están experimentando un gran desarrollo en los últimos años, aunque aún no alcanzan el nivel que experimentan los destinos anteriores. Presentan una oferta portuaria más limitada, un ambiente tranquilo y con una oferta complementaria rica pero aún por explotar. Y en tercer nivel la Costa Tropical de Granada y los puertos de interior de Sevilla, que cuentan con una oferta reducida.
Según datos de 2015 publicados por la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, con una estancia media de 10,5 días y con un gasto medio diario superior a la media de 71,52 euros, el turista náutico supone un incremento de los valores turísticos regionales que le hace ser un perfil prioritario por su contribución a la desestacionalización y a la generación de riqueza, sin olvidar el respeto al medio ambiente.
Sin embargo, aún son importantes las problemáticas que este segmento náutico tiene para un mayor desarrollo y posicionamiento en el mercado internacional. La falta de integración de los puertos deportivos en la planificación, gestión y promoción turística, la débil vertebración y ordenación de la oferta actual de actividades náuticas, o la insuficiente promoción del turismo náutico andaluz, son algunas de las debilidades de este segmento.
Para el presidente de la Asociación de Marinas de Andalucía, José Carlos Martín, los empresarios que gestionan las concesiones de los puertos deportivos de la comunidad están preparando planes para poder ampliar los plazos de las concesiones, "aunque dependemos de la aprobación definitiva de una ley andaluza que nos daría la garantía y la seguridad jurídica necesaria para poder acometer inversiones en nuestros recintos con las que podríamos ampliar los puertos y generar más empleo y riqueza en la región".
Puertos para pasarlo de lujo
Puerto Banús, en la malagueña localidad de Marbella, es uno de los destinos turísticos y náuticos más emblemáticos lidera el 'ranking' de las diez marinas más exclusivas del Mediterráneo. La tarifa de atraque para embarcaciones de más de 55 metros de eslora este verano supera los 4.200 euros diarios. Cuenta con casi 1.000 amarres.
La Marina Sotogrande es otro de los puertos más lujosos de Andalucía. Sus 1.382 atraques acogen las embarcaciones de buena parte de su exclusivo vecindario, en donde destaca la tranquilidad y la seguridad, además de un servicio muy personalizado.
Puerto Sherry, en el gaditano municipio de El Puerto de Santa María, es otro de los puntos emblemáticos de la náutica andaluza, que ha potenciado su apuesta tanto por las regatas de alta competición como los deportes de base, así como una amplia oferta complementaria de ocio y restauración.