
Varios científicos de la Nasa han propuesto la imposición de impuestos a las emisiones de dióxido de carbono para reducir los gases del efecto invernadero. Creen que es la forma más eficiente de reducir las emisiones que aumentan el calentamiento global y alentaría el uso de fuentes de energía renovable.
Según el director del instituto Goddard para estudios espaciales de la NASA, James Hansen, "tenemos que ser sinceros con la población, tiene que haber un precio a las emisiones de dióxido de carbono", enfatizó Hansen. "Es la única forma en la que nos moveremos hacia una economía libre de carbono", agregó el científico. Hansen comentó además que se necesitan medidas urgentes para reducir las emisiones de dióxido de carbono que están calentando al planeta y ya están causando el derretimiento del hielo en el Ártico.
Sólo quedan uno o dos años
Además, sugirió que los líderes mundiales tienen sólo uno o dos años para actuar antes de que la Tierra alcance un "punto culmen", con importantes consecuencias para el clima global y las supervivencia de las especies. "Hemos alcanzado una situación de emergencia", afirmó Hansen. Explicó también que el Gobierno no debería quedarse con el producto de cualquier impuesto al carbono, sino devolver el dinero a los contribuyentes para ayudarles a pagar una tecnología más eficiente en el uso de combustibles.
El presidente George W. Bush se ha opuesto a cualquier programa amplio para frenar las emisiones de dióxido de carbono, diciendo que dañaría la economía, y se ha resistido fuertemente a cualquier aumento impositivo. Pero el calentamiento global es un tema en la campaña presidencial de este año, y se espera que sea un asunto importante a discutir en las futuras reuniones de los líderes del grupo de las ocho mayores naciones industrializadas.
Vaticinó el presente
Hace 20 años ya advirtió al Congreso del país norteamericano de que el clima de la Tierra estaba calentándose "el efecto invernadero ha sido detectado y está cambiando nuestro clima ahora". El testimonio de Hansen ayudó a incitar los primeros esfuerzos del Congreso para frenar los gases invernadero. El intento más reciente, una legislación que crearía un sistema para negociar y limitar las emisiones, quedó truncado a principios de mes en el Senado frente a una amenaza de veto desde la Casa Blanca.