
La construcción de la central hidroeléctrica de El Quimbo, es la piedra angular del desarrollo y del crecimiento de Endesa en Colombia, un país que se ha convertido en uno de los mercados estratégicos para el grupo, que en la actualidad genera casi el 25 por ciento del ebitda de toda la región.
Emplazada en el departamento del Huila, al sureste de Colombia, la central hidroeléctrica de El Quimbo se alimentará principalmente del caudal del río Magdalena, el más importante y extenso del país, y tendrá una capacidad instalada de 400 megavatios y una generación media anual superior a los 2.200 gigavatios hora.
El proyecto, que está llevando a cabo Enersis a través de Emgesa, filial de Endesa en Chile, supone una inversión de 837 millones de dólares, 627 millones de euros al cambio actual. Con la central, el grupo Enersis y su matriz Endesa refuerzan su posición como referente energético en el país, y un referente en el empleo de recursos sostenibles, renovables, de bajas emisiones de CO2 y autóctonos, como el agua.
También es un proyecto crucial para Colombia. El Quimbo elevará la seguridad energética y la estabilidad del sistema eléctrico colombiano, proporcionando una mayor autosuficiencia energética al país. Cuando El Quimbo entre en operación en diciembre de 2014, Enersis, filial inversora de Endesa en Latinoamérica, pasará a atender el 8 por ciento de la demanda de energía de Colombia desde el departamento del Huila, al sur del país, donde se ubica también Betania, la otra central controlada por el grupo en la zona. Sólo el Quimbo abastecerá cerca del 5 por ciento de la demanda energética colombiana.
Otro beneficio colateral para el país es la reducción de emisiones de efecto invernadero. Con la construcción de la central de El Quimbo, Enersis consigue que el 85 por ciento de sus plantas de generación en Colombia no produzcan emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye a la consecución de uno de los objetivos marcados en su Plan Estratégico de Sostenibilidad 2008-2012: la utilización racional de los recursos minimizando los impactos ambientales.
Enersis participa en el mercado de generación colombiano a través de su filial Endesa Chile y Emgesa, compañía que ya posee una capacidad instalada de 2.914 megavatios, y a través de Codensa en el segmento de la distribución, atendiendo a dos millones y medio de clientes, con una cuota del 24 por ciento en distribución.
El Quimbo es el proyecto hidroeléctrico más importante que desarrolla el grupo Enersis en Latinoamérica, después de la Central Hidroeléctrica Ralco (de 690 megavatios) en Chile, que puso en marcha en 2004. A Ralco siguieron otros dos proyectos hidroeléctricos de menor envergadura: Palmucho (32 megavatios) y Ojos de Agua (9 megavatios), a los que se sumaron mejoras en centrales operativas (El Guavio, en Colombia, y Arroyito, en Argentina).
Pero El Quimbo no es sólo un proyecto de generación de energía, también es un proyecto de desarrollo social y económico para la región y el país, ya que aportará significativos recursos económicos, además de oportunidades industriales y comerciales.
Consensuar el proceso con la comunidad de Huila, donde se ubicará la central, ha sido un proceso clave. A partir de enero de 2009 se sucedieron las reuniones informativas en los municipios afectados, Gigante, Garzón y Agrado, que concentran 5.000 hectáreas altamente productivas que serán anegadas con la construcción de la presa. En marzo de 2010 se presentó el primer Informe de Cumplimiento Ambiental (ICA) por parte de Emgesa y en noviembre se iniciaron oficialmente las obras.
El proyecto, sin embargo, no ha estado exento de polémica. El desvío del cauce del río Magdalena para la construcción del dique ha movilizado a un grupo de agricultores de la zona afectada. El Ministro de Minas y Energía de Colombia, Mauricio Cárdenas, explicaba el pasado mes de marzo que el Gobierno colombiano vigilará que Endesa cumpla con sus compromisos, especialmente en el capítulo de "compensaciones e indemnizaciones" con los propietarios de los terrenos afectados.
En la práctica, el proyecto va más allá de la mera generación ca, por otra parte clave para un país como Colombia, con su proyección de desarrollo y crecimiento. Fuentes de la compañía destacan la dimensión social y económica en el departamento.
Como punto de partida, el 17 por ciento del valor del proyecto, unos 143 millones de dólares, se destinarán a la gestión socio-ambiental y a la compra de 11.000 hectáreas para compensación forestal.
La generación de puestos de trabajo es un buen ejemplo. En la etapa de mayor actividad en la construcción de la central se prevé la creación de cerca de 3.000 empleos directos, con un 60 por ciento mínimo abastecido por personas o servicios de empresas del área de influencia. Al cierre del mes de marzo, cerca de 2.000 personas trabajaban para el proyecto, según fuentes de la compañía, y entre Emgesa y sus contratistas han invertido más de 50.000 millones de pesos en lo referente a servicios y compras locales.
El departamento del Huila también se verá beneficiado económicamente por las inversiones que se destinarán a obras de infraestructura. A ello hay que sumar los programas relacionados con la recuperación de ecosistemas (más de 11.000 hectáreas de bosque) y los programas de actividad productiva y los reasentamientos que se van a llevar a cabo. El proyecto contempla el restablecimiento de más de 3.000 hectáreas de nueva actividad productiva, lo que implica la continuidad del desarrollo de la actividad agrícola en el Huila, además de ponerse en marcha nuevos ejes de desarrollo, como la piscicultura.
En la actualidad, Betania, un embalse del grupo situado a 12 kilómetros de la nueva central, es el mayor productor de sargo del país, una producción que se extenderá a El Quimbo. Para la construcción del proyecto, que abarca un área de más de 8.000 hectáreas, Emgesa pondrá en marcha dos programas, uno de compensación ambiental, que posibilitará la restauración de 11.80 hectáreas de bosque seco tropical, y otro de compensación social, con el objetivo de que toda la población de la zona, censada en 450 familias, se reinstale en un nuevo asentamiento con un nivel de calidad de vida igual o superior al que tenían antes del traslado.
Una vez operativa, la central tendrá una plantilla de 50 personas, a las que habrá que sumar el empleo generado por el desarrollo de nuevas actividades con un gran impacto económico en la región, como la piscicultura en Betania, con una facturación prevista de 70.000 millones de pesos por año. De momento, sigue la ejecución de la primera fase del proyecto, que incluye la construcción de las vías de acceso, campamentos y un túnel de casi 400 metros que permitirá el desvío del río. La aportación del negocio en los mercados de Latinoamérica es clave, ante la caída de los beneficios de Endesa en España y Portugal, de un 7,2 por ciento. Los mercados español y portugués han retrocedido un 9 por ciento en el primer trimestre del año, hasta los 475 millones de euros. Los ingresos, por su parte, alcanzaron los 8.647 millones de euros, lo que supone un aumento del 3,4 por ciento respecto al primer trimestre de 2011, mientras que el resultado bruto de explotación (ebitda) subió un 2,9 por ciento, hasta 1.827 millones de euros.
Por su parte, el beneficio en Latinoamérica ha sido similar al obtenido en el primer trimestre de 2011, con 146 millones de euros, un 0,7 por ciento más.
Para 2012, Endesa tiene previsto obtener en Colombia un volumen de ingresos estimado en 1.313 millones de euros. Y el objetivo es seguir invirtiendo, hasta 3.000 millones de euros en un periodo de cuatro años, según recogía el diario colombiano La República en la cobertura de un evento comercial celebrado en Bogotá el pasado 19 de abril con presencia de algunos de los principales inversores españoles en el país, entre ellos el presidente de Endesa, Borja Prado, que destacó la seguridad jurídica, la solidez a nivel político y el respaldo a los proyectos de infraestructura, que va a permitir a Colombia convertirse en un "líder mundial en diferentes sectores".
Endesa es la primera multinacional eléctrica privada de América Latina, la mayor compañía eléctrica de Chile, Argentina, Colombia y Perú, y cuanta con una sólida posición en Brasil. La compañía suministra en cinco de los seis principales núcleos urbanos de la región, es propietaria de la línea de interconexión entre Argentina y Brasil (CIEN) y participa en el proyecto de interconexión que unirá las redes eléctricas de seis países centroamericanos (SIEPAC). Dentro de América Latina, Colombia es un enclave estratégico.
El 24,5 por ciento de los activos consolidados de Endesa en Latinoamérica se halla en ese país, en el que cuenta con una plantilla total de 1.971 empleados. En el área de la generación, Endesa participa en Emgesa que, con una potencia instalada de 2.914 megavatios, es la mayor empresa de generación del país. La participación de control de Endesa en esta compañía es del 48,48 por ciento. En distribución, posee una participación de control del 48,8 por ciento en la distribuidora Codensa.