
Durante los próximos 25 años el sector energético europeo va a necesitar una inversión de más de 1.900 billones de euros, según estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Esta cantidad irá destinada, entre otros, a cubrir la creciente demanda de electricidad y a la renovación de las viejas infraestructuras de todo el continente.
Se espera que las instituciones financieras jueguen un importante papel en este sentido, llegando a acuerdos para financiar este tipo de infraestructuras y aportando solidez a los mismos.
En este sentido, el informe titulado Power sector development in Europe-Lenders perspectives 2011 realizado por la consultora internacional KPMG, ha dado a conocer la visión de las entidades más importantes del sector a nivel mundial.
Necesidad de renovación
La sustitución de las viejas centrales europeas es uno de los puntos a cubrir por estos 1.900 billones de euros estimados por KPMG. Esta renovación no garantizará el suministro estable y seguro de electricidad, pero sí permitirá reducir los costes de generación, con el uso de tecnología mas moderna y eficiente.
Por otra parte, se puede decir que el consumo de electricidad y el desarrollo económico general van estrechamente ligados. En este sentido, desde 2008 se ha producido una leve disminución del consumo energético europeo relacionado con la difícil situación económica que atraviesa la zona. Según estimaciones de The Economist Intelligence Unit (EIU), de aquí a 2025 Europa consumirá un 23% más de energía, es decir un 1,4% más al año de media. Este incremento será mayor, en torno al 36%, en la parte central y oriental del continente.
La solvencia de los patrocinadores, la viabilidad del proyecto y el control adecuado del riesgo son las principales preocupaciones extraídas de las entrevistas personales realizadas por la consultora entre finales de 2010 y principios de 2011.
Apuesta por las renovables
La mayoría de los bancos que han participado confían y se muestran positivos sobre el futuro del mercado. Esperan un crecimiento constante e insisten en que no hay falta de liquidez. "Los proyectos están preparados y el dinero estará allí", como ha declarado una de las entidades, según la consultora. Afirman que esta liquidez no es una preocupación importante.
Ninguno de los entrevistados presagió ni las más mínima disminución en su "apetito de préstamos". De hecho, la mayoría prevén un crecimiento dinámico en su cartera de préstamos a corto y medio plazo. La apuesta de futuro más generalizada es por las energías renovables.
En cuanto al futuro de los precios, la elevada volatilidad que viven los mercados, hace desconfiar sobre este desarrollo a corto plazo. Se prevé que durante 2011 la deuda aumente gradualmente. A largo plazo, sin embargo, los líderes entrevistados confían en que éstos desciendan gradualmente. Las tasas de financiación de los propios bancos serán la clave para reducir los costes, según la consultora.
Regulación estable
¿Qué condiciones deben cumplir los proyectos para obtener financiación? Una regulación nacional estable es de vital importancia, la más importante según estos resultados, para dar viabilidad al diseño y alcanzar el éxito financiero. Ésta garantizará una seguridad a largo plazo.
Cuando en estas legislaciones se producen cambios, éstos deben ser de forma planificada. Además, una buena comunicación de estas modificaciones es fundamental. En algunas ocasiones, como el pasado año en Europa, la regulación retroactiva ha arruinado tanto proyectos como la confianza del mercado.
El grado de desarrollo económico de los países también influye a la hora de decidir dónde y cuánto invertir. La mayoría de las entidades se muestran reticentes a otorgar préstamos en los mercados pequeños. Pocos son los que consideran Oriente Medio, Turquía y Europa Central con "cierto atractivo".
Otro de los puntos en los que coinciden es en la necesidad de apoyo por parte de los gobiernos para aquellos grandes proyectos con una capacidad instalada de generación de más de 1.000 megavatios. Los bancos confirman que no se sienten cómodos, ya que este tipo de inversiones conllevan mucho riesgo. Van más allá, consideran que los ejecutivos no sólo deben participar con financiación directa, sino que deberían facilitar la mitigación del riesgo mediante el establecimiento de una serie de garantías para esos préstamos.
Por otro lado, la tecnología ha de asumir un papel importante también. Aunque este papel será diferente si hablamos de energía renovable, ya que sería más maduro, o de energía eólica, biomasa y solar concentrado, con tecnologías algo más inmaduras.
Reticentes a lo nuclear
De acuerdo con el informe, la mayoría de los bancos se han involucrado más con la financiación de las energías renovables, tales como eólica, solar e hidroeléctrica frente a lo nuclear. Pese a ello, son varias las voces que han afirmado que en la actualidad la generación hidroeléctrica tiene un papel secundario en sus carteras de préstamos. También destaca que la energías eólica y solar son más atractivas que que otras como la nuclear y la biomasa.
Esta reticencia a prestar dinero a proyectos nucleares se debe en parte a los desafortunados acontecimientos del pasado marzo en la central de Fukushima. Estos proyectos se enfrentan a una posible subida de los presupuestos, como consecuencia del aumento de la seguridad en la normativa. Por ello, esta refinanciación de la deuda es ahora mucho más difícil.
Al mismo tiempo, el futuro de la energía nuclear no puede ser fácilmente descartado. Ésta es una alternativa estable y viable a las fuentes de energía convencionales. Mientras, en Europa, jugará un papel importante si lo que se quiere es disminuir la dependencia del gas natural de Rusia. Por lo tanto, es más que probable que el desarrollo e inversión de este tipo de energía continúe.
Cada vez más, las instituciones demuestran mayor preocupación por los impactos sociales y ambientales de los proyectos. La eficiencia energética está ganando protagonismo. Muchos son los bancos que han adoptado los Equator Principles, un conjunto voluntario de normas para determinar, evaluar y gestionar dichos impactos.