
Desde hace unos años, los comercios locales se han visto gravemente afectados, a causa del auge del comercio online, con tiendas de todo el mundo que eran capaces de ofrecer productos a unos precios imposibles de igualar, obligando a muchas personas a cerrar sus negocios. Sin embargo, en los últimos meses ha cambiado algo en las redes sociales: el comercio local, y más concretamente las zapaterías de barrio se han convertido en la última tendencia en redes sociales, aumentando exponencialmente su clientela y beneficios.
Son varios los motivos que explican este cambio de tendencia, entre los que se encuentran productos al alcance de la mano, de gran calidad y a precios bastante competitivos. Si bien muchas plataformas online siguen ofreciendo precios más bajos, la calidad de los productos muchas veces no compensa, por lo que la población más joven está optando por productos de mayor calidad.
Además, la posibilidad de poder ver los productos en persona, comprobar su calidad e incluso probarlos; unidos al trato cercano que caracteriza a este tipo de comercios, están produciendo un 'boom' en sus ventas.
En profundidad
Algunos comercios madrileños como Zapatería Aurori o Zapatería Jessica se han convertido así en auténticas tiendas en tendencia, con miles de vídeos en internet de jóvenes recomendando sus productos: "Tienen muchísimos modelos en tendencia desde solo 10 euros", comenta una joven a través de un post en sus redes.
Muchas personas critican este tipo de contenido en redes sociales, dado que no se trata de ninguna novedad, sino que son tiendas que llevan décadas abiertas, generándose así la polémica entre las personas que recomiendan este tipo de comercios y las personas que no lo creen necesario: "Descubriendo lo de toda la vida y llamarlo viral, la invasión", critica un usuario.
Dejando a un lado el revuelo, la realidad es que el comercio local está siendo el gran beneficiado por esta tendencia, ya que cientos de jóvenes están 'redescubriendo' tiendas que en los últimos años han atravesado momentos duros.
Ahora, queda esperar para ver si se trata de una tendencia pasajera, o si por el contrario, se trata de un cambio en la forma de consumir de una generación entera, lo que podría arrojar algo de luz a algunos comercios de barrio.