
Han pasado ocho años desde que el Gobierno vasco anunció su deseo de reconvertir las instalaciones de la central nuclear de Lemoniz, en Bizkaia, en una piscifactoría para la cría de pescado en cautividad. Desde entonces se ha hablado mucho acerca de un proyecto polémico desde su concepción por la fuerte carga de memoria histórica, sentimental, política y social que conservan estas fallidas instalaciones energéticas.
Sin embargo, según ha podido averiguar elEconomista.es, el Gobierno vasco adjudicará próximamente la explotación de parte de este terreno para desarrollar una actividad de acuicultura. De este modo, pretende dotar de uso a este terreno, cedido al Ejecutivo autonómico en 2017 y abandonado desde hace cuatro décadas por Iberduero, la antigua Iberdrola, después de que ETA asesinase a nueve directivos y trabajadores, además de al hijo de uno de ellos, e hiriese a otros 14 más, en su campaña de sabotaje contra la central, que nunca llegó a ponerse en marcha.
Aunque en 2023, la entonces consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, aseguraba que eran varias las empresas que habían mostrado interés en instalarse en la cala Basordas, ninguna de estas iniciativas prosperó, debido fundamentalmente a los problemas detectados por Azti, la entidad encargada de llevar a cabo un estudio en el que analizó las posibilidades de emplazar allí un Polo de Investigación y de Producción Acuícola (PIPA) teniendo en cuenta las características climáticas y medioambientales de la zona para la cría de distintas especies de peces, como el salmón, el lenguado o el atún, además de gambas y langostinos.
Inversión necesaria de 44,7 millones
Según el citado centro científico y tecnológico vasco, especializado en medio marino y alimentación, para hacer realidad esta macrogranja de peces, con capacidad para criar 11.000 toneladas de pescado cada año, sería necesario invertir 44,7 millones de euros.
Hace sólo unos meses, el pasado mes de abril, desde la consejería de Industria señalaban que no existía ningún "cronograma" para llevar a cabo dicha transformación, en lo que parecía una manera velada de posponer el proyecto, por lo que la noticia de su relanzamiento ahora resulta totalmente inesperada.
Según la información conseguida por este periódico, la empresa seleccionada aún no ha recibido la notificación oficial que dará luz verde a su proyecto acuícola, pero éste únicamente ocupará una parte de la superficie total de la central, pero el Ejecutivo vasco tiene confianza en que el desembarco de esta empresa sirva como aliciente para que se asienten nuevas compañías en el resto del terreno.
Eso sí, habrá que esperar a que culmine la transferencia de los terrenos de la central nuclear para que Sprilur sea titular de los mismos y pueda llevar a cabo la reparación y consolidación del dique, destrozado por la virulencia del agua del mar, que incluso llegan a inundar las ruinas de la central con el fuerte oleaje.
Para ello, la sociedad pública, integrada en el Grupo Spri y adscrita al Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, ya ha solicitado licencia de obras al Ayuntamiento de Lemoiz, quien, a su vez, ha pedido información del proyecto final para evaluar dicha petición.
Habilitación de un parking con 200 plazas
Además, de forma complementaria a la construcción de la piscifactoría, Sprilur retomará su proyecto para la construcción de un parking público en los terrenos de la antigua central nuclear de Lemoiz como parte de los compromisos alcanzados con el Ayuntamiento de Lemoiz.
Se trata de una de las peticiones planteadas por la localidad vizcaína tras las conversaciones mantenidas con el anterior equipo de gobierno y que ahora han vuelto a realizarse por parte del Ayuntamiento actual ante los problemas de aparcamiento existentes en este enclave costero durante el verano.
El parking, con 200 plazas, se habilitaría en el mismo sitio en el que se encuentra el aparcamiento de la central nuclear y ocuparía en torno a los 15.000 metros cuadrados de superficie, pero podría ser ampliable en función de las necesidades. Se plantea como un parking disuasorio para no estacionar en las inmediaciones de la playa de Armintza, por lo que la idea es que el Consistorio habilite un servicio de lanzadera hasta el municipio costero vizcaíno.
Asimismo, desde Sprilur se han comprometido a realizar un estudio ambiental del entorno, para elaborar, en coordinación con la viceconsejería de Medioambiente, un Plan de Restauración Ambiental que incluye la eliminación de las plantas invasoras predominantes en la zona, principalmente el plumero de la Pampa (Cortaderia selloana), pero también la caña (Arundo donax) o la uña de gato (Carpobrotus edulis).