El Gobierno de Aragón y la Federación Aragonesa de Montaña han reforzado este verano el proyecto Montaña Segura para respaldar la promoción de prácticas responsables en la montaña, así como fomentar que quienes visiten el territorio planifiquen sus salidas con antelación.
Cada vez son más usuarios las personas que aprovechan la época estival para refugiarse en los valles del Pirineo aragonés, buscando desconectar y practicar algún deporte. Por este motivo, este proyecto busca aumentar la sensibilización para quienes se desplazan a un entorno que requiere de la responsabilidad, planificación, habilidad física y sentido común.
El 45% de los rescates en montaña realizados en Aragón en 2023 tuvieron como protagonistas a senderistas y, en uno de cada cinco casos, los grupos rescatados estaban completamente ilesos y simplemente no sabían cómo continuar. Todos estos incidentes se explican en su mayoría por la sobreestimación de las propias capacidades, la desorientación, el cansancio extremo, los esguinces provocados por un mal calzado o, incluso, la deshidratación.
Desde este proyecto se recuerda que, aunque el senderismo no es una actividad peligrosa, hay quienes lo abordan como un paseo improvisado sin planificar una ruta clara y sin tener en cuenta que se trata de una actividad física en un entorno natural, irregular, cambiante y sujeto a las condiciones meteorológicas. Por ello, conocer qué ruta se va a hacer, con qué duración, dificultad, desnivel o qué equipo se va a necesitar son algunos de los aspectos clave para minimizar los riesgos cuando se opta por disfrutar de estos espacios.
DISFRUTAR CON SEGURIDAD
Explican que "la mejor manera de evitar imprevistos en las montañas aragonesas es seguir una sencilla pero eficaz fórmula: planifica, equipa y actúa. Estos tres pasos pueden marcar la diferencia entre una jornada de disfrute y una experiencia frustrante o peligrosa. La planificación comienza antes de ponerse las botas de montaña, ya que el primer paso es elegir qué ruta queremos hacer, calcular horarios, revisar el desnivel acumulado, consultar la meteorología y asegurarse de que todo el grupo está preparado para afrontarla. También es recomendable preparar un plan alternativo por si tienes que acortar la actividad y avisar a familiares, amigos o a tu alojamiento de tu destino y del horario en el que tienes previsto regresar".
Recomiendan vestir ropa de deporte cómoda, calzado de montaña con buen agarre y una mochila con varios objetos fundamentales: chubasquero y algo de abrigo, gorra y protección solar, mapa, brújula o GPS, teléfono móvil con batería y un cargador adicional, un botiquín, linterna, un silbato, agua suficiente (mínimo un litro por persona) y comida energética. Si el objetivo es alcanzar zonas de alta montaña es importante tener en cuenta que puede haber nieve y hielo en diversas zonas incluso en verano, por lo que habrá que incluir -y saber usar- crampones y piolet, además de más ropa de abrigo.
También aconsejan tener presente que es importante iniciar la excursión en una hora "prudente", especialmente en una franja horaria en la que haya luz natural, pero en la que el calor no sea un impedimento y valorar de forma constante si el grupo está disfrutando o si tiene alguna dificultad, por lo que es importante no separarse ni dejar a nadie atrás. Así como utilizar mapas para guiarse y asegurarse de beber y protegerse del sol de manera regular.
PLANIFICAR
Para facilitar esa planificación, el proyecto Montaña Segura ha reforzado este verano su presencia en el territorio aragonés con la incorporación de personal técnico especializado en las oficinas de turismo de Panticosa, Canfranc, Benasque y Jaca. Este refuerzo busca respaldar la promoción de prácticas responsables en la montaña, así como fomentar que quienes visiten el territorio planifiquen sus salidas con antelación.
Junto a estas oficinas, y con el objetivo de prevenir los riesgos en las montañas, actúa la Red de Informadores Voluntarios, un tejido integrado por más de 300 puntos informativos distribuidos por alojamientos, empresas de turismo activo, refugios y centros de interpretación en la Comunidad de Aragón. Todas estas personas han recibido formación específica para informar con criterio y ayudar a valorar la dificultad de una actividad según la experiencia del visitante. Conocer el estado de los caminos, los tramos más expuestos o el material necesario puede marcar la diferencia entre "un buen recuerdo y un mal trago", recuerdan.
Acudir a estas oficinas, o cualquiera de los puntos que componen la Red de Informadores Voluntarios, permite recoger gratuitamente mapas detallados por valles, folletos de actividades, y resolver dudas de forma directa. Destacan que "en un entorno tan cambiante como la montaña, tener acceso a información actualizada y personalizada es uno de los recursos más valiosos para salir con seguridad". Montaña Segura recuerda que la seguridad no está reñida con la aventura, "sino que es su mejor aliada".
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