El Foro Industria y Energía (FIE) considera que el reciente informe del Comité de análisis de la crisis eléctrica del 28 de abril presentado por el Gobierno, lejos de disipar las inquietudes del sector industrial, introduce "nuevas capas de complejidad que perpetúan la incertidumbre en las decisiones estratégicas de inversión".
Desde la perspectiva de la industria, la incertidumbre es un enemigo directo de la inversión. Como ha señalado el FIE en ocasiones anteriores, "la incertidumbre mata a la industria". Señala que las decisiones estratégicas sobre electrificación, descarbonización y eficiencia energética requieren un marco regulatorio y operativo predecible. Considera que el informe, con su análisis de un "evento multifactorial" complejo, si bien arroja luz sobre algunos aspectos técnicos, "no logra ofrecer la claridad necesaria para que las empresas puedan decidir con confianza sus próximas grandes inversiones en el ámbito energético".
"Para el sector industrial es muy difícil tomar decisiones sobre inversión en transición energética sin tener una valoración real de la situación, un marco regulatorio claro y una perspectiva de los posibles riesgos en un futuro", según Albert Concepción, director del FIE.
Una de las primeras conclusiones del FIE tras analizar el informe es "la preocupación por la opacidad informativa, que puede aumentar la situación de incertidumbre en la industria. La existencia de distintas versiones del documento, con diferentes niveles de información, plantea una pregunta clave: ¿Está la industria española, como principal consumidora de energía, realmente informada de los riesgos reales del sistema eléctrico?". El FIE considera que esta incógnita es fundamental, ya que "la disponibilidad o no de una versión completa y no censurada del informe condiciona la confianza del sector en la información oficial disponible".
"A esta opacidad se suma la coexistencia de múltiples informes: el gubernamental, el de Red Eléctrica con conclusiones diferenciadas que además apuntan a problemas estructurales, y el futuro análisis de la CNMC. Esta ausencia de una narrativa común sobre lo sucedido, en opinión del FIE, intensifica la confusión e incrementa la desconfianza respecto a la información fidedigna necesaria para valorar con certeza los riesgos del sistema", señalan.
Además, consideran que que "el informe no responsabiliza directamente a las energías renovables del incidente del 28 de abril y las sitúa como parte de la solución. Para el FIE, esta constatación reafirma que las renovables deben seguir siendo un pilar clave en la transición energética. Sin embargo, el Foro subraya que su integración exige mejoras significativas en su capacidad de aportar servicios al sistema, como el control de tensión y la amortiguación de oscilaciones, así como una normativa que incentive estas capacidades".
El FIE indica que "las inversiones en redes eléctricas, siendo necesarias, no bastan por sí solas". Eduardo Álvarez, director técnico del FIE y catedrático de la Universidad de Oviedo, subraya que "es imprescindible apoyar decididamente las inversiones industriales en autoconsumo, con un marco regulatorio estable y un plan económico que incentive realmente esta apuesta por parte del sector productivo".
En este contexto, sostiene que resulta necesario que las medidas de impulso no se limiten únicamente al ámbito de las redes eléctricas, que también es fundamental, sino que también acompañen y respalden el esfuerzo inversor de la industria en soluciones propias.
El FIE también concluye que no se han anunciado nuevas partidas específicas derivadas de la crisis del 28 de abril. "Aunque se reafirma la apuesta por la electrificación y la resiliencia del sistema con el apoyo de 931 millones de euros del PRTR para el refuerzo de redes", el FIE señala que esta cuantía ya formaba parte de inversiones previamente planificadas. "Por tanto, aunque puede contribuir a evitar situaciones similares, no se han generado nuevas líneas de inversión asociadas específicamente al apagón", afirma.
Por último, el Foro Industria y Energía concluye que industria "no puede permitirse ser un actor pasivo en la gestión y evolución del sistema energético. Para evitar quedar a merced de decisiones externas y garantizar su propio futuro energético, es imperativo que asuma un rol activo y proactivo en la configuración de un marco más estable y resiliente. Para ello, la industria debe demandar marcos regulatorios estables y claros que incentiven la inversión y la participación del sector en la transición energética, priorizando la agilización del acceso y uso de la red para la demanda industrial".
Insiste en que el sector industrial "necesita señales claras sobre hacia dónde se dirige el sistema energético español. Si las causas de una interrupción, aunque compleja, no se presentan con una transparencia que permita entender las soluciones de forma inequívoca, la contención en la inversión seguirá siendo la tónica dominante. Si ya es difícil decidir en condiciones 'normales', imaginemos como lo es en situaciones extraordinarias que escapan a la comprensión del mundo industrial".