La Fundación Juegaterapia, organización sin ánimo de lucro que desde hace quince años transforma hospitales en espacios de juego y esperanza para niños y adolescentes con cáncer, pone en marcha una iniciativa en la que "el juego sale del hospital".
La entidad inaugura en Madrid el Club Juegaterapia, el primer espacio lúdico y terapéutico fuera del entorno hospitalario, destinado a menores en tratamiento o postratamiento oncológico. Un entorno seguro, creativo y estimulante donde pueden seguir recuperándose, socializar, ganar confianza y volver a jugar sin batas ni monitores.
"Queremos que el juego no se quede solo en el hospital. Con el Club, lo llevamos a la calle, lo acercamos a las familias y damos a los niños un nuevo espacio donde seguir siendo niños", señaló Mónica Esteban, presidenta de la Fundación Juegaterapia.
Dijo que esta apuesta responde a una necesidad real: muchos menores que superan el cáncer arrastran secuelas físicas y emocionales. El Club nace para acompañarles también en esa etapa de su recuperación, ofreciéndoles recursos para empoderarse, recuperar habilidades y reforzar su autoestima.
Con motivo de la inauguración, y en colaboración con Fundación Telefónica y Telefónica Global Solutions, Juegaterapia presenta el minidocumental (trailer) el 'Club Juegaterapia: El juego también cura', una pieza que recoge los testimonios reales de niños y familias que han vivido en primera persona la experiencia del Club.
La presentación es esge jueves en el Auditorio Gumersindo Rico del Distrito Telefónica, un espacio cedido por Telefónica, cuenta con la presentación altruista de la periodista Ainhoa Arbizu, comprometida desde hace años con la labor de la Fundación. "El documental, rodado en formato 16mm, ha sido realizado por Marc González, con la productora Only 925, y cuenta con música original compuesta por OEO Música, especialmente creada para el Club Juegaterapia"
MODELO TERAPÉUTICO
El Club Juegaterapia se apoya en más de 15 años de experiencia y en estudios como "La quimio jugando se pasa volando", que evidencian el impacto positivo de los videojuegos en oncología pediátrica. Según esta investigación, el uso de videojuegos redujo un 20?% el consumo de morfina, hasta un 44?% el dolor incidental y aumentó un 14?% el tono parasimpático, clave para la recuperación física. También ayudó a disminuir el dolor en casos de mucositis sin necesidad de más medicación.
Más allá de los datos clínicos, el juego mejora la experiencia hospitalaria, reduce la ansiedad, facilita la preparación emocional ante pruebas médicas y actúa como un canal de expresión emocional y resiliencia.
"El juego no solo entretiene, es el lenguaje de los niños: a través de él entienden lo que pasa, se adaptan, se expresan y, sobre todo, aprenden a lidiar con cualquier situación", destaca Lorís Nacif, Juegaterapeuta de la Fundación.
Un espacio integral adaptado a todas las edades
El Club cuenta con salas temáticas que combinan juego libre y terapéutico, adaptadas a distintas edades y necesidades: arte para expresarse; mindfulness y experiencias sensoriales para calmar el cuerpo y la mente; videojuegos y eSports para compartir y conectar; teatro para ganar seguridad y soltura; y un anfiteatro polivalente para talleres y actividades familiares.
"Es un entorno donde cada niño o niña puede avanzar a su ritmo, explorar nuevas formas de juego y sentirse acompañado en un momento tan importante de su vida", subraya María José Jara, directora del Club Juegaterapia.
Con esta iniciativa, Juegaterapia explicó que reafirma su compromiso y lema 'Jugando la quimio se pasa volando'. El Club no solo amplía el impacto de la Fundación más allá del hospital, sino que también se convierte en un nuevo hogar simbólico para cientos de familias que, durante y después del tratamiento, necesitan apoyo, alegría y nuevas oportunidades para sanar.