Las empresas de tamaño intermedio son un grupo de compañías que facturan entre 50 y 500 millones de euros y tienen entre 250 y 3.000 empleados. No obstante, en España no existe una definición oficial de este tipo de empresas y esto es una traba a la hora de impulsar su crecimiento, junto con el exceso normativo al que tiene que hacer frente. "La normativa europea es aparatosa y no es poca. Hay temas de sostenibilidad, de ciberseguridad, de privacidad, ... Son un conjunto de cosas que nos cuesta traducir y trasladar a los procesos operativos, por lo que, al margen del coste que supone, no podemos mantener la eficiencia, la agilidad y la efectividad", comentó Héctor Roldán, director general de Grupo Oesía durante la jornada empresarial: "Las empresas de Tamaño Intermedio (ETIs) como motor de crecimiento económico en España", organizada por elEconomista.es.
Siguiendo esta línea, Antonio Gómez-Guillamón, CEO de Aertec puntualizó que "la regulación ya es tediosa y pesada, por lo que si no tenemos unas herramientas adecuadas, todo se complica. En Reino Unido todo es más fácil y están más avanzados. En Europa, cada país significa una conquista, porque te tienes que implantar con todas las condiciones y reglas que ese país te va a imponer. El mercado europeo es libre en mercancías y personas, pero las empresas tienen que implantarte en un país con sus propias normas. Es una carrera de obstáculos para ir uno a uno, cuando en EE. UU. es en un día". Además, Pilar Guillén, directora general en Clínica CEMTRO, aprovechó la ocasión para comentar que "no morir por las normas es el reto al que nos enfrentamos todos los días. Cumplirlas se hace difícil por la estructura que tienes".
Son muchas las empresas que se enfrentan a esta oleada normativa. "La industria naval española es la segunda potencia de la Unión Europea con mayor número de unidades contratadas. Ahora bien, aunque sabemos que nos movemos en un entorno fuertemente competitivo a nivel internacional; pero si nos centramos en buques con mucha tecnología y ahí es donde somos líderes, y cuando una empresa quiere un buque premium viene a nosotros", alegó José Francisco Fernández, secretario general de PYMAR. Y añadió que "el contexto europeo muy regulado, aunque Europa está dando pasos y se está empezando a poner las pilas; pero tiene que acelerar para poder llegar al contexto actual que estamos". En relación con esto, Paco Hevia, director corporativo de Galletas Gullón, expresó que "en Europa hay muchos papeles, pero hay que convertirlos en planes de actuación y se debe tener el consenso de los 27 para estar todos en la misma situación".
La importancia del talento
Como siempre, el talento juega un papel fundamental dentro de las empresas y cada vez es más difícil retenerlo. Las compañías se enfrentan a un gran desafío en este aspecto, pues hay más oferta que demanda en el mercado laboral. Además, a esto, se le suma la falta de especialización. Roldán dijo que "el trabajo con las universidades y con los centros de formación técnica es fundamental para que podamos desarrollarnos con la intensidad que necesitamos, pero también son necesarios unos buenos proyectos de calidad donde la gente quiera trabajar y que sean de proximidad, para que la gente no se tengan que ir a otra zona". Asimismo, Fernández apuntó que "la educación como formación, y en este aspecto las FP están haciendo mucho, porque están yendo a las empresas y no se reduce solo a estudiar. También hacer que vean que trabajar en una empresa es algo bonito y que es algo que no se conoce. De este modo, se atrae a los jóvenes".
"Ser capaces de captar y retener talento es uno de nuestros retos", destacó Guillén. Y agregó que "la homologación de títulos va por un camino que va a tener un doble rasero dependiendo de si eres público o privado. Y esto no es lógico, teniendo un déficit de talento como tenemos".