
La UEFA ha impuesto al Athletic Club de Bilbao 34.000 euros de multa por los incidentes acaecidos fuera del estadio de San Mamés y por la ocupación de vías de evacuación por los aficionados de la AS Roma italiana, con motivo del partido de vuelta de los octavos de final de la Liga Europa, celebrada el pasado 13 de marzo en la capital vizcaína.
En esos incidentes, un total de 14 personas fueron detenidas por la Ertzaintza y otra más quedó como investigada, antes y después del partido. Además, en los altercados resultaron heridos 15 ertzainas, dos vigilantes de seguridad y un aficionado italiano.
En una nota de prensa, el Athletic ha informado de que la UEFA ha comunicado al club dos sanciones económicas que suman un total de 34.000 euros. En concreto, impone una multa de 30.000 euros por el encendido y lanzamiento de bengalas y otros objetos por parte de aficionados del Athletic Club en la explanada de San Mamés.
Además, la ente rector del fútbol europeo impone el pago de otros 4.000 euros de sanción por permanecer bloqueadas las escaleras de salida de la zona del estadio donde estaban los aficionados del conjunto 'giallorosso'.
Los incidentes se iniciaron sobre las cinco y media de la tarde en los accesos al estadio para la afición italiana, donde, la Ertzaintza tuvo que intervenir para evitar enfrentamientos entre las dos aficiones. Durante estos altercados, dos vigilantes de seguridad resultaron heridos y fueron arrestados cuatro aficionados italianos y dos locales.
Tras finalizar el partido, se volvieron a registrar incidentes en las inmediaciones del estadio de San Mamés con lanzamiento de botellas, vasos y otros objetos a los agentes participantes en el dispositivo de seguridad de la Ertzaintza. En estos altercados se detuvo a ocho seguidores más de la afición local por desórdenes públicos. En el transcurso de los incidentes, se registró también el lanzamiento de diversos objetos, entre ellos botellas, bengalas o petardos.
Desde el Ayuntamiento de Bilbao y desde el Gobierno vasco informaron de que el partido iba a servir para poner a prueba una serie de protocolos y medidas de seguridad de cara a la final que se disputará el 21 de mayo en el estadio bilbaíno. Se probaron, sobre todo, protocolos para los dispositivos de cierre de calles y colocación de vallas.
En este sentido, una valla de más de dos metros separaba la calle de la zona del estadio y estaba previsto que allá se concentrasen para entrar al estadio los 2.000 aficionados de la Roma, de los cuales, según las autoridades italianas, cuatro centenares eran ultras radicales.
Retirada de terrazas
Las terrazas se retiraron y las sillas y las mesas se candaron fuera para que no se produjese ningún ataque. Los hosteleros de la zona también habían recibido el aviso de realizar estas acciones preventivas y se les había requerido que sirviesen las bebidas en vasos de plástico para que no hubiese altercados con lanzamiento de cristales.
Según la Ertzaintza "lo que falló" en el partido Athletic-Roma fue "el comportamiento violento" de los ultras y asegura que la policía vasca cumplió "los objetivos" respecto a la "planificación de un evento" deportivo. Además, comenta que la Ertzaintza "siempre está reflexionando" sobre los procedimientos, por lo que, si es preciso, variará el protocolo durante la final de la UEFA Europa League.