Este domingo 9 de marzo el padre de un jugador agredió al árbitro tras un partido de cadetes (14-15 años) entre el Aranda Riber y Capiscol de Burgos, provocándole graves lesiones por las que permanece ingresado.
El colegiado, José, de 59 años, vinculado al club Aranda Riber hace años y conserje en el colegio público Fernán González de la capital ribereña, permanece ingresado en observación en la UCI del Hospital Universitario de Burgos con fracturas en el cráneo (esfenoides y occipital), la mandíbula y el hombro por lo que tendrá que ser operado, según recoge EFE.
La agresión se produjo una vez finalizado el partido, sobre las 12.30 horas, cuando el padre de uno de los jugadores (que según indican, ya se había mostrado exaltado durante algunos instantes del encuentro) increpó a José tras esperarle a la salida.
Sorprendido ante el ataque, la víctima cayó al suelo, golpeándose la cabeza y perdiendo la consciencia durante unos minutos. Tras recuperar el sentido, el colegiado presentaba ya otorragia y no recordaba lo que había ocurrido, por lo que fue trasladado por una ambulancia al hospital de la capital ribereña, desde donde fue derivado al de Burgos.
En el centro educativo donde trabaja, toda la comunidad educativa se ha concentrado este mediodía para mostrar su repulsa por cualquier acto de violencia y trasladar su apoyo al colegiado, portando carteles de ánimo y condena.
