
Tener tus propias plantas es una auténtica maravilla que aporta satisfacción, entretenimiento y también todos los beneficios que este ser vivo ofrece. Llenar tu casa de color verde plantando muchas de ellas es una excelente opción tanto como decoración como por sus propiedades, pero requieren de atención y cuidados específicos.
El fertilizantes es uno de los elementos principales a la hora de cuidar de una planta para que crezca y se mantenga sana. Lo que mucha gente no sabe es que existe un objeto, que todo el mundo tiene en casa y que tira a la basura, pero que es perfecto para las plantas. Se trata, nada más y nada menos, que algo tan sencillo como la piel del plátano.
Normalmente, cuando terminas de comer un plátano, coges la cáscara y la tiras a la basura, pero una vez conozcas este truco, dejarás de hacerlo para siempre. Esta parte de la fruta cuenta con numerosos beneficios para las plantas debido a que es un alimento rico en nutrientes esenciales como el potasio, magnesio y calcio, y que puede usarse como fertilizante natural para ellas.
Gracias a este impulso ecológico, podrás convertir las cáscaras de plátano desechadas en un gran potenciador del crecimiento de tus plantas. El potasio permite a estas crecer fuertes y con mayor resistencia a las enfermedades, además también colabora con el proceso de la fotosíntesis. Por su parte, el fósforo favorece el aumento de las raíces y la floración.
El magnesio, otra de las propiedades del plátano, colabora en la producción de clorofila, por lo que dotará a tus plantas de unas hojas verdes y vibrantes. El calcio fortalece las paredes celulares de las plantas y favorece la salud general de estas. Algunas de las más beneficiadas por esta parte de la fruta son las orquídeas o las suculentas.