En una reciente entrevista, Rafael Pampillón, catedrático de Economía de la Universidad CEU San Pablo, analizó las repercusiones económicas de la última DANA en la Comunidad Valenciana. Pampillón describió el impacto como una "destrucción importante del capital físico", mencionando que aproximadamente el 90% de las empresas de la zona afectada están sin poder operar debido a los daños estructurales.
El académico destacó que, además de las instalaciones industriales y comerciales, los efectos negativos de la DANA han alcanzado al capital humano y natural de la región. Pampillón explicó que las interrupciones en la educación, tanto en colegios como en universidades, han afectado a estudiantes y trabajadores que se ven imposibilitados de continuar sus actividades formativas y laborales. Asimismo, la DANA ha causado pérdidas significativas en el sector agrícola, arrasando con la capa fértil del suelo y poniendo en riesgo cosechas clave de la zona.
Para abordar la recuperación, Pampillón subrayó la importancia de que el Gobierno central coordine los esfuerzos y gestione los fondos, dado que la emergencia afecta a varias comunidades autónomas. En este contexto, sugirió que el Ejecutivo "tire de los fondos europeos" disponibles, mencionando que Europa ya ha ofrecido apoyo financiero para emergencias de este tipo. Pampillón también señaló la cifra inicial de 10,600 millones de euros anunciada por el Gobierno para responder al desastre, aunque solo se han confirmado 1,000 millones hasta ahora, lo que considera insuficiente para una recuperación integral.
La propuesta de recurrir a los fondos de cohesión europeos, según Pampillón, resulta lógica y necesaria dado el alcance de los daños en las infraestructuras y la economía de la Comunidad Valenciana, especialmente en un momento en que los recursos nacionales podrían ser insuficientes para restaurar completamente la actividad en la zona.