
La 'industria' de la marihuana echa el freno en Sevilla. Las redadas en la zona de las 3.000 viviendas después de un tiroteo entre dos clanes de la droga han reducido la demanda de energía eléctrica en más de un 30% en el barrio, según la información que aportan los transformadores de Endesa en la zona. El descenso comienza de forma muy pronunciada el día 15 de este mes, cuando 300 agentes de la Policía tomaron el barrio, y sigue cayendo sin cesar hasta ayer domingo, mientras se mantiene una fuerte presencia policial y se suceden las entradas y registros.
La zona donde se produjo el tiroteo entre los clanes de los caracoleros y los naranjeros se abastece de energía eléctrica de un transformador que sufre, en términos de Endesa, "un fraude masivo": tiene de alta 250 clientes que pagan su factura, aunque la capacidad de la instalación es para 1.400 hogares. Pese a este exceso de capacidad, el centro transformador operaba a principios de mes con una sobrecarga del 120%. Ocurre en varios puntos de la ciudad, donde las plantaciones de droga, literalmente, funden los transformadores.
La noche de los tiros (12 de octubre) la sobrecarga estaba en el 110%, y se mantuvo estable aún varios días. Hasta el día 15, cuando la Policía inició la Operación Jaula, con 16 registros en una primera fase, y que luego han tenido continuidad. Ese día, conforme más de 300 agentes ponían patas arriba el barrio, la demanda de energía cayó prácticamente 20 puntos. Y ha seguido bajando día a día casi 20 más hasta llegar al domingo con una sobrecarga del 75%.
"La demanda del centro de transformación se reduce al eliminarse la demanda derivada de las plantaciones ya que una plantación indoor en una vivienda puede llegar a consumir como 80 viviendas", explican desde Endesa.
Comisionado
"No solo es la intervención de la policía sobre determinadas viviendas, sino también, yo creo que hay algunas personas que se dedicaban al cultivo de la marihuana, que por miedo y por temor a que la Policía siga las actuaciones, se han ido desprendiendo de ellas", ha asegurado en una entrevista en Canal Sur el comisionado para el Polígono Sur, Jaime Bretón.
El comisionado ha explicado que son "enganches ilegales" a través de los centros de transformación que tiene Endesa, "lo que hace peligrar el que esos centros de transformación salgan ardiendo, algo que a lo largo de los últimos años ha ocurrido en varias ocasiones". Además de que "a los edificios se les va la luz permanentemente con el riesgo de la propia población normalizada que vive en esos bloques, afortunadamente tenemos los bomberos al lado y las actuaciones son rápidas".
Dentro de este contexto, ha señalado que "intentan además no coger un bloque entero de marihuana, ya que sería más fácil todo tipo de actuaciones por parte de los servicios municipales", por lo que "intentan secuestrar, entre comillas, a tres o cuatro personas normalizadas y el resto son pisos con marihuana".
Penas más duras
Bretón ha abogado por reformar el código penal, ya que las plantaciones de marihuana "son una actividad ilícita que requiere de pocos recursos y está muy poco penada". A juicio del comisionado se está luchando contra "un competidor muy fuerte, con muchos recursos, con mucho dinero y muy desleal".
Por tanto, "por mucho esfuerzo que se haga en montar una formación con la Fundación Don Bosco, que hacen una labor inmejorable de formación y de inserción laboral, luego no cuentan con demanda, debido a que la gente ve que tiene al lado a su primo o un vecino que se levantan 3.000 euros haciendo prácticamente nada".
En este sentido, Bretón ha puesto el acento en la concienciación, es decir, "concienciar a la gente de que las administraciones ponen los recursos". De igual forma, ha resaltado que el tercer sector ejecuta en el Polígono Sur "más proyectos sociales que en ningún otra zona de España". Concretamente, "sólo la Fundación La Caixa se gastan en el Polígono Sur 1,2 millones de euros en distintos programas que ejecutan entidades del tercer sector", pero "al final la droga te destroza un poco todo", ha lamentado.
Asimismo, ha señalado en que el problema de las plantaciones de marihuana es que "es como una mancha de aceite". Se trata de "una actividad ilícita fácil de montar", y, sobre todo, "está muy poco penado en el código penal", ha reiterado. Además, a ello se le suma que la policía "tiene que demostrar que forman parte de una organización criminal, sino "al final se van de rositas", por ello, "hay que intentar hacer presión y presentar una iniciativa para reformar el código penal y que esto esté penado", ha incidido.
En cuanto a la demolición de los bloques que están vacíos y que son propiedad de la Junta de Andalucía, ha recordado que ya desde la oficina del comisionado se ha lanzado la propuesta de que tiren dichos pisos con el fin de reubicar a las familias que "llevan una vida normal" y que conviven en un mismo bloque con pisos que se dedican a las plantaciones de marihuana; así como poner equipamiento deportivo o zonas verdes, aunque señala que se trata de una operación "a medio o largo plazo".