
La presencia de los osos en la zona del Pirineo vuelve a afectar a la ganadería extensiva. Varias ovejas han muerto por los recientes, y reiterados, ataques de este animal en las áreas de los municipios de Hecho y Ansó.
La presencia de oso se achaca a su reintroducción en el Pirineo francés, lo que ha propiciado que se haya extendido al Pirineo aragonés. Un acto que ha confrontado en los últimos años a ambas partes territoriales y que tiene consecuencias claras sobre la ganadería extensiva.
Los ganaderos locales vienen soportando diferentes ataques, además de ver dificultada su actividad diaria. También se producen afecciones sobre los animales. La muerte violenta, así como el estrés, son las principales.
Ante esta situación, desde Asaja Aragón han solicitado la puesta en marcha de medidas para velar por la convivencia entre la ganadería extensiva y el oso, de cuya reintroducción esta organización agraria siempre ha sido contraria.
Asaja Aragón aboga por mejorar los protocolos actuales con el fin de reducir los ataques al ganado y garantizar que los ganaderos puedan realizar su trabajo diario.
Estas mejoras deben comprender acciones como la retirada rápida y automática de animales conflictivos (osos problemáticos), tal y como se recoge en el protocolo elaborado por el grupo de trabajo del oso pardo. El ejemplo de la actuación con Goiat, es una muestra de lo que no se debe hacer. La retirada igualmente debe ir orientada a eliminar esa base genética en futuras generaciones.
ASAJA Aragón aboga a su vez por una colaboración directa entre los agentes de la patrulla del oso y ganaderos, quienes deben ser conocedores de la ubicación de los osos en tiempo real para poder proteger a los animales de su cabaña.