El mercado de los derechos de televisión de los grandes eventos deportivos está alcanzando niveles aún más desconocidos. En un mercado de televisión fragmentado gracias al 'streaming', en el que los grandes programas tradicionales ven sus audiencias caer sin freno, los deportes en directo siguen siendo el único contenido que resiste. Y los dueños de esos deportes están haciendo que las cadenas paguen hasta el último céntimo. La NBA es el último gran ejemplo: el campeonato de baloncesto más famoso del mundo está a punto de cerrar un contrato de derechos de emisión valorado en unos 7.000 millones de dólares anuales.
Según informa hoy el The Wall Street Journal, Amazon, Disney (a través de ESPN, su cadena de deportes) y la NBC están negociando un contrato de 11 años que alcanzaría los 76.000 millones de dólares. Las tres cadenas se repartirían los 1.230 partidos de una temporada de la NBA: Amazon retransmitiría la mayor parte de los partidos regulares y parte de las finales de conferencia, NBC emitiría los partidos que no tuviera Amazon, y Disney se quedaría con la final del campeonato, además de emitir algunos partidos sueltos en su nueva plataforma de 'streaming' que prepara para 2025.
La puja por estos derechos está demostrando la contradicción a la que se enfrentan los canales tradicionales. El 'streaming' ha hundido a las series de televisión, los jóvenes prefieren ver programas en directo en YouTube o Twitch y los grandes 'realities' que servían de gancho hasta no hace demasiado están fracasando. Los deportes es lo único que resiste, y los propietarios de sus derechos lo saben y lo cobran: los precios son cada vez más altos, pero es lo único que funciona con cierta seguridad.
Y a las televisiones no les queda más remedio que aceptar ese 'chantaje'. Warner llegó a ofrecer 2.200 millones de dólares, pero lo acabó rechazando porque Amazon se había llevado la parte más jugosa del acuerdo, y consideraban que lo que quedaba no merecía el gigantesco desembolso que conllevaría. Ese rechazo ha supuesto renunciar a una de las grandes bazas de su cadena TNT, que había desarrollado una constelación de programas de baloncesto alrededor de su contenido estrella. Charles Barkley, una de las grandes figuras históricas del deporte, criticó esta decisión como "una cagada" que solo podían haber hecho "unos payasos", en referencia a los directivos de la cadena.
Ingresos por encima de las ligas europeas
Este acuerdo multiplicaría por 2,5 los ingresos que obtiene el campeonato hasta ahora. Un aumento que supera al de la NFL, el evento deportivo rey en EEUU, que solo duplicó sus ingresos en la última negociación de derechos. Eso sí, su cifra es mayor aún: 10.000 millones de dólares al año.
Estas cifras dejan atrás a las de otros grandes campeonatos deportivos. La Premier League inglesa cerró su última subasta por 6.700 millones de libras en 4 años, unos 1.680 millones anuales (casi 2.000 millones de euros). LaLiga, mientras tanto, se quedó en la mitad, con unos 1.000 millones de euros anuales en su última negociación, cifras similares a las de la Bundesliga o la Serie A. Por comparar, el último contrato de la Liga de Críquet de India, en 2022, rondó los 6.000 millones de dólares por 5 temporadas (1.200 millones por temporada); mientras que hace un año que el mundo de la Fórmula 1 oye rumores de que Apple podría ofrecer 2.000 millones al año por los derechos mundiales del torneo.