
Las altas temperaturas y la falta de precipitaciones han provocado graves condiciones de sequía en la región mediterránea, afectando especialmente al sur de España. Esto amenaza la productividad agrícola, según el Observatorio Europeo de la Sequía. En respuesta, la agrotech alicantina Prismab ha implementado soluciones tecnológicas para más de 1.300 agricultores en Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana, ayudándoles a gestionar mejor los recursos y mejorar la productividad ante la escasez de agua.
Los equipos de Prismab, que los agricultores pueden instalar fácilmente en solo cinco minutos, permiten la monitorización de parámetros críticos a través de una app. Los sensores de agua, por ejemplo, ofrecen datos sobre la calidad del agua, el consumo y la cantidad almacenada, facilitando la gestión inteligente del recurso y permitiendo la detección temprana de fugas. Este control exhaustivo ayuda a los agricultores a conocer los costes de explotación en tiempo real y a optimizar el uso del agua a lo largo del ciclo de cultivo.
Gracias a la tecnología de Prismab, en 2023 se ahorraron 466.357 metros cúbicos de agua, equivalentes a 187 piscinas olímpicas. Desde sus inicios en 2017, la empresa ha logrado ahorrar 1.715.861 metros cúbicos, lo que equivale a 800 piscinas olímpicas. Este ahorro de agua también implica una reducción en el consumo de energía, las emisiones de CO2 y el uso de fertilizantes, contribuyendo a cumplir con los objetivos de la Agenda 2030, especialmente en lo que respecta a la gestión sostenible del agua (Objetivo 6), la producción sostenible (Objetivo 12) y la lucha contra la degradación de la tierra (Objetivo 15).
Antonio Pastor, CEO de Prismab, resalta los impactos positivos de estos avances. Según Pastor, han percibido hasta un incremento del 15% en la producción de cultivos que cuentan con sus dispositivos. Además, el ahorro medio de los agricultores que usan su sistema es del 24,3%, siendo en algunos casos de más del 50% en agua, afirma con entusiasmo.
¿Cómo surgió la idea de desarrollar este dispositivo inteligente para el monitoreo de cultivos y la optimización del riego?
Mi carrera se inició en el ámbito de las tecnologías IoT o el internet de las cosas (los dispositivos que acceden a internet sin tener detrás a una persona) hacíamos dispositivos conectados para el hogar digital. El giro lo dio mi abuelo cuando preguntó si "esos aparatos" no le ayudarían a saber si tiene que regar… Somos del valle de las uvas del Vinalopó, lugar de gran tradición agrícola, y mi abuelo le ha dedicado toda la vida a la agricultura. Gracias a su comentario, pudimos poner el foco en un sector donde realmente tenía un gran sentido la tecnología que estábamos desarrollando. Desarrollamos un pequeño dispositivo super fácil de usar e instalar que le permite al agricultor monitorizar los factores más importantes que afectan a un cultivo como: la humedad del suelo, la salinidad del agua, la climatología... Todos los datos se conectan a internet y el agricultor tiene un panel de control desde donde tiene la información de todas sus explotaciones que le permite tomar mejores decisiones.
¿Cuál ha sido el impacto más significativo que han observado en los agricultores que utilizan su tecnología?
Por lo general, un agricultor no está acostumbrado a utilizar este tipo de tecnologías, pero en palabras de los propios agricultores: "estaba ciego y ahora veo". Una explotación agrícola está llena de valiosa información invisible que, a los ojos de quien sabe mirar, se convierte en una ventaja estratégica que le permite diferenciarse de la competencia, competir de tú a tú con grandes productores y explotar los factores que disparan la productividad, la calidad y los costes de una explotación
¿Cuántos litros de agua se han ahorrado con vuestra tecnología?
El ahorro de agua por explotación suele ser de entre un 30% a un 50%. Actualmente hemos ayudado a reducir más de 1.7 millones de metros cúbicos de agua, el equivalente a 800 piscinas olímpicas.
¿Cómo ha sido la respuesta de la comunidad agrícola alicantina y de otras regiones donde operan?
Nuestros agricultores por lo general nunca se habían enfrentado a este tipo de tecnología. Para ellos, por lo general, significa descubrir un espacio nuevo de la industria donde trabajan: el espacio de la información.
¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaron al desarrollar y comercializar su producto?
Ante todo implantar una solución que, aunque necesaria, no existía una demanda. Nuestro logro ha sido el de democratizar este tipo de tecnologías al pequeño agricultor y la pyme con más de 3.000 equipos instalados en el campo español y más de 1.500 usuarios activos.
¿Cómo describiría el proceso de desarrollo del dispositivo desde su concepción hasta su implementación en el campo?
El dispositivo ha crecido junto con el equipo promotor. Nuestro primer prototipo fue desarrollado en el año 2016 con un único tipo de sensor. Hoy en día, el producto ha evolucionado enormemente ofreciendo toda una serie de sensores para la monitorización del contexto donde crece el cultivo: suelo, agua y clima.
¿Qué papel juega la tecnología IoT en la agricultura del futuro según su visión?
La agricultura se va a transformar de aquí a cinco años tal como la conocemos. La tecnología tendrá un papel importantísimo en esta transformación a través de drones, inteligencia artificial, automatización y por supuesto IoT. Estas tecnologías tendrán una papel importantísimo en la toma de información en el campo. A medida estas tecnologías se vayan popularizando, más fácil será crear un despliegue de dispositivos que permitan tener un control en tiempo real de casi cualquier aspecto de un cultivo.
¿Cuáles son los planes de expansión de Prismab a corto y largo plazo?
Actualmente somos el referente de este tipo de tecnología para el agricultor. Nuestro objetivo a medio plazo será dar el salto a Latinoamérica.
¿Qué tipo de colaboraciones o asociaciones han sido clave para el crecimiento de la empresa?
Colaboramos con muchos actores dentro del sector, ya sea a pie de campo como a nivel tecnológico. Somos la herramienta perfecta para los técnicos que prestan servicios de asesoramiento a agricultores facilitándoles la toma de decisión mediante los datos. También hemos colaborado con otras empresas tecnológicas para automatizar el riego en función de los datos del sensor o integrándonos en otras plataformas como cuadernos de campo digitales.
¿Cómo abordan las preocupaciones ambientales y de sostenibilidad en el desarrollo de su tecnología?
Somos una de las pocas empresas de su categoría acreditadas con el sello de impacto de la fundación Ship2B, fundación que acredita a las empresas que persiguen de forma proactiva el impacto ambiental positivo como un objetivo principal de su actividad. A nuestros clientes además les proporcionamos una doble rentabilidad: la económica y la medioambiental.