
La cocaína intervenida en el puerto de Vigo, casi 450 kilos netos camuflados en un cargamento de melones procedente de Brasil, iba a ser distribuida por una organización gallega, según han explicado los investigadores.
En una comparecencia ante los medios en la Comisaría de Vigo con el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, y el comisario provincial, Juan José Díaz, han detallado que esa partida de droga, vinculada con otra intervenida en el puerto luso de Sines --más de 500 kilos de cocaína ocultos en envases de zumo--, sería recibida por una organización gallega, que tenía los recursos logísticos para transportarla a Portugal e incluso disponía de almacenes 'legales' para guardarla.
Según ha explicado el jefe de sección Greco Galicia, Emilio Rodríguez, la investigación en territorio nacional se inició a raíz de una petición de colaboración de la Polícia Judiciária de Portugal, y con la colaboración del servicio de Vigilancia Aduanera de Vigo se localizó el contenedor con la droga, que llegó a la ciudad a bordo del carguero 'Douce France'.
La organización responsable de esta partida, valorada en unos 13 millones de euros, y de la incautada en Sines, preveía distribuir una parte de la droga en Portugal y el resto, a través de Galicia, en España y Europa, según ha señalado el jefe de Greco, y contaba con un sistema de distribución "complejo", que le permitía mover la droga a través de "empresas legales".
En el caso de Galicia, los receptores formaban parte de una organización "con estructura", que incluso contaba con almacenes y medios de transporte para esa distribución, aunque ha evitado dar más detalles porque "se sigue investigando".
Emilio Rodríguez ha confirmado el incremento de importación de cocaína por parte de Europa, y aunque Galicia sigue siendo puerta de entrada de la droga, ya no es la fundamental, porque las organizaciones cuentan con puertos en el Norte de Europa y otros puntos de España. Además, aunque las organizaciones colombianas siguen controlando el mercado internacional de cocaína, intervienen numerosas redes (gallegas, del resto de España, o de países del Este, sobre todo Albania y Serbia) para su camuflaje, transporte, descarga o distribución.
La llegada de cocaína en melones tampoco ha sorprendido a los investigadores, que han recordado que este tipo de organizaciones criminales se sirven de las rutas de exportación de frutas u otras mercancías desde Sudamérica para transportar la droga.