
La digitalización es un elemento clave en toda empresa para ganar en competitividad y no quedarse atrás en un mercado con cada vez más operadores y globalizado. Es un entorno en el que la figura del CTO (Chief Transformation Officer) es vital. Y aunque este profesional surgió entre las décadas de los 80 y 90 con la expansión de la tecnología al ámbito empresarial, todavía muchas compañías no disponen de este tipo de perfiles especializados a pesar de su relevancia en el presente y futuro de la compañía.
"Es algo más o menos novedoso. Muchas empresas no tienen esta figura", afirma Antonio Sánchez, director de Desarrollo de Negocio en España y Latam de GBTEC, a elEconomista En algunas de ellas, este rol es asumido por el director general, quien "está más enfocado en el día a día y además tiene que pensar en las estrategias a medio y largo plazo".
No obstante, es una figura en auge porque, frente a años de estabilización, "nos damos cuenta de que por circunstancias, sobre todo de la pandemia, y la globalización, entre otros factores, las empresas tienen que cambiar rápido y es difícil que el director general se ocupe de ello, de esa visión de transformar su propia compañía", afirma Antonio Sánchez de GBTEC, empresa especializada en herramientas y software del CTO. Esta compañía, junto con BTConsortium y la Universidad San Jorge han organizado un evento para impulsar este perfil dentro del programa de formación especializada de Experto CTO que se lanza y que no solo comprende el área de la tecnología y de la gestión, sino que es más integral.
La creación de la figura del CTO se convierte así en una necesidad en aquellas compañías que deseen llevar la digitalización por bandera, además de ganar en eficiencia y crecer de manera internacional.
Y, ¿cuáles son sus funciones? ¿Qué papel tiene el Chief Transformation Officer? "El CTO es responsable de todo, pero jefe de nada". Sobre esta premisa, hay varios pilares sobre los que se asienta su actividad y la transformación digital. Entre ellos destacan, por ejemplo, la realización de cambios en procesos, abrir o cambiar nuevas líneas de negocio o introducir las nuevas tecnologías, entre otros.
"Es un rol transversal porque tiene que hablar con todas las áreas implicadas en la transformación de la empresa. Está pendiente de todas las áreas y de todos los aspectos y no solo de lo que es tecnología. Al final, tiene que estar en contacto con todo y hablar con todos", añade Sánchez.
Las empresas se están dando cuenta de esta necesidad de cambio "y los directores generales están ayudando a esta figura del CTO porque o eres proactivo o te acaba tragándote" en alusión a la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos y apostar por la digitalización. Ejemplos claros han sido compañías como Nokia o Kodak que, siendo líderes mundiales, casi desaparecen por no cambiar y adaptarse.
"Toda empresa, grande o pequeña, debe hacer un esfuerzo en transformación digital", afirma Antonio Sánchez, quien incide que todavía hay compañías que siguen sin herramientas y realizando tareas manuales, con procesos en el aire y sin documentar. "No es posible acordarse de todo o fiarse solo de la agenda del ordenador".
Precisamente por la realización de numerosos procesos de forma manual, se prevé que el futuro pasa por la automatización para poner el foco en las tareas que aportan valor añadido, aparte de reducir tiempos. Y, por supuesto, no hay que perder de vista la inteligencia artificial.