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2.400 millones de personas sufrirán escasez de agua para el 2050

  • La población que se enfrentará a la falta de este recurso crecerá en 1.470 millones 
  • Actualmente, 5.8 millones de niños mueren cada año por falta de saneamiento
La sequía es un problema que afecta gravemente a nuestro país.

La escasez de agua es un problema latente en nuestro mundo y que dificulta aún más el acceso a este bien imprescindible para la vida. En el último siglo, la demanda de agua a nivel mundial ha aumentado notablemente como consecuencia de la rápida urbanización, el desarrollo económico y las modalidades cambiantes de consumo. La superpoblación también tiene mucho que decir en esto. A mayor número de personas, más cantidad de agua se necesita para sectores como la agricultura o la ganadería.

Además, la demanda se intensifica con el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos cada vez más habituales como las sequías o las inundaciones. Aunque se trata de una situación global, afecta con especial fuerza en nuestro país. Las sequías han crecido a lo largo de las últimas décadas provocando que algunas zonas del sur y este del país presenten los niveles más graves de sobreexplotación de Europa. Una situación que incide directamente (y negativamente) en el acceso a las fuentes de agua. Todavía hoy, millones de personas siguen sin acceso a este recurso.

Además, la contaminación es un problema que, lejos de solucionarse, sigue afectando a gran cantidad de territorios, especialmente en regiones en vías de desarrollo. Esta situación requiere de una atención primordial dada la gravedad de los efectos negativos que genera el agua contaminada en las personas y el medio ambiente.

Agua contaminada con aceite.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) recuerda que el acceso al agua potable es un derecho y un bien indispensable para una vida humana digna. Su correcta distribución no solo es esencial para la salud, sino también para reducir la pobreza y garantizar la paz y los derechos humanos. Los datos rescatados del último informe de Evolución publicado por la organización en 2023 hablan por sí solos: 2.200 millones de personas siguen sin acceso al agua potable de manera segura, 3.500 millones carecen de saneamiento y 2.000 millones no disponen de instalaciones básicas para asearse en sus hogares. En otras palabras, sería necesario sextuplicar las tasas actuales de desarrollo para lograr una cobertura universal en 2030. Un propósito que no parece factible ahora mismo.

De hecho, uno de los grandes planes de la ONU es garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua, así como el saneamiento para todos. Así, lo recogen en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS 6), uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por Naciones Unidas en 2015, para "lograr un futuro mejor y más sostenible para todos".

Objetivos de ODS 6

"Acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible de aquí a 2030", es su objetivo principal. Según afirma la propia ONU, entre el año 2015 y el 2022, la proporción de población mundial con accesos a servicios de agua potable gestionados de manera segura aumentaron del 69% al 73%. No obstante, aún queda mucho por hacer.

Añadido a lo anterior, la Organización Meteorológica Mundial recuerda que solo el 0,5% del agua de la Tierra es agua dulce aprovechable y accesible. En esta línea, algunas estimaciones del Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo 2023 prevén que la población mundial que se enfrente a escasez de agua crecerá desde los 930 millones en 2016 a los cerca de 2.400 millones en 2050.

Tres niñas sacan agua de un pozo en Sudán.

Por ello, el ODS 6 quiere inculcar conciencia en la población sobre las graves consecuencias que acarrea la falta de agua y la necesidad de usarla responsablemente. Para lograr esto, se pretende buscar el apoyo y fortalecer la participación de las comunidades locales en la mejora de la gestión del agua y el saneamiento. Invertir en tecnologías inteligentes de conservación y almacenamiento, así como reutilizar aguas industriales y destinar mayor financiación a proyectos hidráulicos son medidas necesarias para atajar este problema. La falta de saneamiento es otro de los objetivos mata a cerca de medio millón de niños menores de cinco años debido a las enfermedades diarreicas producidas por servicios de agua deficiente. Una visión más amplia permite observar que, de los 5,8 millones de niños menores de cinco años que mueren al año, el 9% de ellos fallece por la falta de saneamiento e higiene.

Otra de las metas fijadas para los próximos años es aumentar el uso eficiente de recursos hídricos en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce para hacer frente a la escasez de agua. Pero lograr esto requiere de un esfuerzo mayor al actual en materia de protección de los ecosistemas relacionados con el agua, incluyendo bosques, montañas, humedales, ríos, acuíferos y lagos, además de ampliar la cooperación internacional y el apoyo prestado a los países en desarrollo. El ODS 6 subraya que millones de personas alrededor del mundo viven en una situación de crisis hídrica. Pese a que el balance mundial es positivo, existen regiones en situaciones críticas. Dos casos ejemplificadores son Asia, que experimenta niveles de estrés hídrico superiores al 75%, y África, que lo hace superando el 100%.

Así, la escasez de agua es un desafío significativo que afecta a comunidades en todo el mundo. El ODS 6 establece metas ambiciosas para abordar estos desafíos, incluido el acceso universal al agua potable para 2030. Sin embargo, se requiere un esfuerzo a nivel mundial para lograr este objetivo

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