Uno de los problemas a los que nos enfrentamos en casa cuando hace frío es la necesidad de ventilar las estancias del hogar. Un proceso que en otras épocas del año no genera molestias pero que en un contexto de temperaturas bajas sí llega a ser un dolor de muelas.
Ningún momento es, a priori, bueno para ventilar nuestra casa: en cuanto abrimos las ventanas perdemos el calor que hemos acumulado gracias a la calefacción (con el dinero que eso conlleva en el gasto de gas o electricidad) y después cuesta mucho recuperar esa temperatura en casa.
Por qué es importante ventilar en invierno
No obstante, ventilar en invierno es un mal más que necesario: al ventilar conseguimos que el dióxido de carbono acumulado en casa se vaya, contribuyendo a eliminar partículas de polvo o ácaros que pueden resultar perjudiciales para la salud, especialmente si en el hogar hay personas con problemas respiratorios.
Pero no solo eso: al ventilar también logramos varios efectos beneficios extra como, por ejemplo, la desinfección de sábanas, cortinas o persianas con la luz natural del sol, así como la eliminación de malos olores y la regulación de la humedad del aire de nuestro hogar, que debe estar en torno al 50%.
En qué momento del día es mejor ventilar la casa
Por todo esto, aunque sea una verdadera molestia cuando el mercurio no sabe es más que necesario ventilar todos los días nuestra vivienda. Y, puestos a hacerlo de forma 'obligatoria', mejor hacerlo cuando sea más eficaz o recomendable. Son dos los momentos del día en los que es más óptimo:
- A primera hora de la mañana, justo cuando nos levantamos. Mientras nos tomamos un café o nos aseamos, podemos dejar las ventanas abiertas en un momento en el que entra el aire fresco de la mañana. Así, lo haremos en un tramo del día en el que la casa no está especialmente caliente porque por lo general no tenemos encendida la calefacción y no perdemos demasiada temperatura.
- A mediodía, etapa de la jornada en la que el sol está alto y podemos aprovecharnos tanto de su capacidad desinfectante como del plus de temperatura que nos da en casa, donde perderemos menos calor que si ventilamos a otras horas.
Cuánto tiempo hay que ventilar la casa y cómo hay que hacerlo
Lo mejor es ventilar durante un mínimo de 15 minutos para lograr todos esos objetivos que nos proponemos a la hora de ventilar: eliminar polvo o ácaros, malos olores, regular la humedad de las habitaciones...
Esta ventilación se debe hacer de forma completa. O lo que es lo mismo: no dejar la ventana semiabierta con una rendija pequeña por la que pase el aire. Todo lo contrario: hay que abrir puertas y ventanas de par en par y lograr un flujo de aire lo suficientemente potente. Incluso podemos ayudarnos de ventilación mecánica en el caso de que sea necesario.
Hay que extremar las medidas, como es lógico, en dos estancias concretas: el baño y la cocina. Mientras que en la primera es fácil que la humedad generada tras la ducha proliferen hongos que pueden ser un verdadero problema, en la segunda la acumulación de olores después de cocinar alimentos hace muy recomendable que esa ventilación no se limite a una sola por día y se realice después de cada sesión de cocina.
