
Tres hermanos de entre 68 y 72 años fueron encontrados muertos este jueves en su casa de Morata de Tajuña (Madrid) con evidentes signos de violencia. Los cuerpos estaban apilados y parcialmente quemados. La vivienda no estaba forzada y las persianas del domicilio estaban bajadas. Se está hablando de una presunta estafa amorosa, deudas, prestamistas... pero, ¿qué es lo que se sabe hasta ahora de este triple crimen?
Amelia, Ángeles y Pepe estaban jubilados y vivían juntos en Morata de Tajuña, donde eran muy conocidos porque participaban en muchas actividades sociales y culturales. Los vecinos llevaban un mes sin verlos e incluso llegaron a pensar que se habían ido de vacaciones, pero al no responder a los mensajes y las llamadas dieron aviso a la Policía.
Este jueves, tras conseguir la correspondiente orden judicial, agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local entraron en el domicilio, situado en la avenida de España número 18 de la citada localidad, y allí encontraron los cuerpos de los tres hermanos. Los cadáveres estaban apilados, con evidentes signos de violencia, con quemaduras parciales y en estado de descomposición. Asimismo, este viernes se ha conocido que también se halló un pistola de fogueo simulada en la vivienda.
Fuentes de la investigación han informado a Europa Press de que las pesquisas se centran en el entorno de las víctimas, que habían pedido dinero a muchos vecinos. Ni las puertas ni las cerraduras estaban forzadas cuando los agentes entraron ayer, mientras que las ventanas y persianas sí estaban cerradas.
Se cree que las víctimas compraron esta pistola de fogueo para defenserse, ya que una de las hermanas había recibido previamente amenazas por impago de deudas e incluso había sido agredida después de que un hombre acudiera a su domicilio reclamando un pago.
Ajuste de cuentas
Con las primeras diligencias realizadas, la Guardia Civil baraja como principal hipótesis del crimen el ajuste de cuentas vinculado al pago de una deuda a un prestamista. Según explicaron ayer vecinos de las víctimas, las deudas fueron contraidas por las hermanas en lo que sería al parecer una estafa amorosa. Ángeles y Amelia habían contactado hace al menos siete años a través de Facebook con dos supuestos militares que trabajaban en Afganistán, con los que ambas creyeron empezar una relación.
Estos hombres pedían dinero a las hermanas insistentemente, hasta el punto que llegaron a vender un piso que tenían en Ciudad Lineal y quedarse sin ahorros. Hace un tiempo, uno de estos amantes informó a las hermanas de que el otro había fallecido y que les había dejado una herencia de unos 7 millones de euros, pero necesitaba dinero para iniciar los trámites legales para que pudieran cobrarlo. Así, Amelia ingresaba sus pensiones en la cuenta de su presunto novio, de nombre Edward, que cada vez le pedía más y más dinero con diferentes excusas. Incluso, llegaron a solicitar dinero a amigos y conocidos, que les habían alertado de que todo era una estafa. Se calcula que los hermanos pudieron entregar hasta 400.000 euros a estos supuestos estafadores.
Según testimonios de varios vecinos y allegados, los hermanos, fruto de las deudas, optaron por pedir el dinero a prestamistas de dudosa reputación e incluso, detallan que el pasado verano un hombre se presentó en su casa con un martillo en la mano para reclamarles el pago de 60.000 euros. Se habla además de que una de las hermanas fue agredida por este prestamista, motivo que podría haber provocado que adquirieran una pistola de fogueo para defenserse. El presunto prestamista fue detenido por tentativa de homicidio y ahora está siendo investigado por el triple crimen, pero todas las hipótesis siguen abiertas.