
Está claro que la llegada de internet supuso una auténtica revolución en nuestra forma de comunicarnos, de entretenernos y, en definitiva, de desarrollar el día a día. Esta revolución además se vio potenciada por la llegada de los dispositivos móviles. No obstante, el avance incesante de la tecnología ha ido acompañado también de una evolución en los métodos de estafa de los hackers, quienes, conocedores del uso masivo de ordenadores, tabletas o smartphones, aprovechan su oportunidad para llevar a cabo ciberataques.
Estos pueden ser de muchos tipos, aunque uno de los métodos más utilizados por los delincuentes en la red es el malvertising. Su traducción literal viene a ser publicidad maliciosa y es precisamente así como funciona. Se tratan de anuncios llamativos o ventanas publicitarias que aparecen cuando el usuario navega por sitios web que son de fiar. Estos espacios provocan una sensación de falsa seguridad aparentando legitimidad. Así, las ventanas que aparecen ofreciendo atractivas ofertas o mediante mensajes que invitan a pinchar en un enlace desconocido no resultan tan extraños.
Sin embargo, el problema viene cuando la persona cae en la trampa y accede al link. En ese momento los datos personales ya corren peligro. El motivo es que muchos de estos falsos anuncios redirigen a webs inseguras que comprometen la privacidad del usuario.
Diferencias con los 'adware'
Este virus no debe confundirse con el adware que, aunque también se trata de contenido malicioso, se diferencia principalmente en que este programa se instala sin el conocimiento del usuario, normalmente a la hora de descargar un software. El resultado es que aparece publicidad de manera automática en una determinada página web o cuando se utiliza un programa específico. El objetivo es generar lucro a sus autores.

En el caso del malvertising ocurre al revés. Primero se infectan las páginas de terceros mediante un programa malicioso que se oculta en publicidades. Normalmente, suelen aparecer en una web legítima, algunas incluso de prestigio, en forma de anuncios demasiado llamativos. El proceso se inicia cuando las empresas de publicidad venden los datos de los usuarios a otras empresas para que estas puedan crear anuncios basados en los intereses de los usuarios. El problema viene cuando esas empresas son, en muchas ocasiones, los atacantes que logran inyectar malware en los espacios de publicidad sin el conocimiento del sitio web ni del usuario.
Cómo protegerse
Ahora bien, existen algunos consejos para para evitar caer en este tipo de estafas. En primer lugar, este método necesita de anuncios para funcionar, por lo que una buena manera de detenerlos es mediante bloqueadores de publicidad, cuyo fin es evitar que salten anuncios mientras navegamos por la red. Siempre hay que utilizar aquellos con mejores reseñas o los recomendados por profesionales.
Otro consejo importante es mantener el dispositivo actualizado. Si el software está obsoleto será más fácil de jaquear. En este sentido, realizar copias de seguridad con regularidad ayuda a mantener segura la información más delicada. En caso de que lograsen acceder a dicha información mediante métodos como el malvertising siempre habrá una forma de recuperar el contenido.
Por supuesto, siempre hay que mantenerse atento a este tipo de prácticas, es decir, ser escéptico de publicidad que consideremos engañosa o contenidos promocionados de manera agresiva y que pueden parecer ser reales.