
Soltero, sin hijos y descendiente de quinta generación de Thierry Hermès, fundador de la empresa francesa de lujo. Así es Nicolas Puech y con 80 años quiere adoptar a su jardinero para dejarle la herencia. Puech tiene un 5,7% de Hermès, siendo el mayor accionista individual de la firma legendaria de bolsos, y una fortuna estimada de más de 10.000 millones de euros.
Poco se sabe del posible heredero afortunado. Según los medios franceses, se trataría de un hombre de origen marroquí de 51 años casado con una española y padre de dos hijos. La adopción de un adulto es posible en Suiza, aunque es poco frecuente. Descartado el asunto puramente legal, e incluso familiar, el problema vendría derivado de una decisión del propio Puech en 2011.
El millonario, que vive en una lujosa residencia en un municipio suizo de sólo 66 habitantes, firmó un pacto vinculante para su herencia con la fundación suiza Isocrate, su propia ONG -de hecho, hasta hace tres años se llamaba Fundación Nicolás Puech- que se dedica a luchar contra las fake news con el lema de "Abandonar los hechos significa abandonar la libertad".
Ahora ha cambiado de idea y, a pesar de que es el presidente de esa fundación, su secretario general ha anunciado que no se va a quedar con los brazos cruzados. Se trata de Nicolas Borsinger, un ingeniero agrónomo, y ya ha asegurado que el nuevo testamento es nulo de pleno derecho. Incluso si está escrito por el presidente.
De salir adelante la última voluntad de Puech, el afortunado jardinero, independiente de la herencia en sí, aspira a unos dividendos de 40.000 millones al año. Y es que, durante el confinamiento por la pandemia del covid, la relación entre ambos se hizo muy estrecha. Según algunos medios, Puech le regaló una propiedad de lujo en Marrakech valorada en cerca de 1,6 millones de euros, y una villa de 4,2 millones de euros en Montreux, un municipio suizo a orillas del lago Lemán.