El final del mes de septiembre y el comienzo de octubre han estado marcados por un calor impropio de esta época del año y que sigue alzando los termómetros incluso por encima de los 30 grados en lo que parece una extensión del tradicional veranillo de San Miguel. Un episodio duradero de calor que podría tener, por fin, fecha para su final.
La AEMET ha informado de que el calor dejará paso a unas temperatuas mucho más bajas y a un tiempo inestable, con precipitaciones por buena parte del país. Sin embargo, habrá que esperar todavía unos días para disfrutar de este alivio térmico.
El organismo ha explicado en su página web que de lunes a jueves la Península Ibérica, Baleares y Canarias experimentarán una situación de estabilidad, sin cambios en las temperaturas (que seguirán siendo elevadas, incluso con calima en Canarias) y con apenas nubosidad, con el cielo despejado en casi todo el país.
Será a partir del Puente del Pilar cuando la situación empiece a cambiar. La AEMET desvela que ya durante la noche del jueves, día 12, entrará un frente atlántico por el noroeste peninsular dejando nubosidad creciente y precipitaciones hacia el final del día, una situación que se intensificará el viernes y se extenderá hacia el tercio noroeste, con precipitaciones "más intensas y pudiendo acumular grandes cantidades en el oeste de Galicia, y sin descartarse en el resto de la mitad noroeste, aunque siendo menos probables cuanto más al sureste".
Lluvias y un descenso acusado de las precipitaciones en casi toda España
Las temperaturas descenderán de forma acusada entre el viernes y el sábado en toda España salvo en el sureste peninsular, valle del Ebro, Ampurdán, Baleares y este de Canarias, donde podrían aumentar. El descenso térmico, explica la AEMET, podría ser incluso más acusado en el noroeste peninsular.
Con la entrada del fin de semana en su totalidad, desde el sábado, la gran parte del país sufrirá "la influencia de bajas presiones atlánticas que dejarán un predominio de los cielos nubosos o cubiertos y precipitaciones", dejándose sentir especialmente en el noroeste peninsular y en el oeste de Galicia, aunque se irán extendiendo de noroeste a sureste sin pasar por el extremo sureste.
Tras el fin de semana, las lluvias irán desapareciendo y dejando a paso a un tiempo mucho más estable que se mantendrá así durante al menos lunes y martes.
