Actualidad

La sequía se lleva también por delante a la castaña andaluza, que sólo salva el 20% de la cosecha

  • Los agricultores lanzan un SOS a las administraciones para evitar la desaparición del sector
  • El Valle del Genal en Málaga y la Sierra de Aracena en Huelva son las principales zonas productoras
Puestos de castañas asadas en Málaga. Alex Zea.

El malagueño Valle del Genal, que aún no ha logrado recuperarse por completo del devastador incendio que azotó la comarca en 2021, atraviesa ahora una complicada situación provocada por la falta de agua que está hundiendo la producción de castaña, la principal fuente de riqueza de la zona.

Una primavera y un verano extremadamente secos que han desplomado la cosecha en más de un 80% en las variedades rubia y temprana que son las que más agua necesitan para su maduración.

Según los datos de la Asociación de Jóvenes Agricultores, Asaja Málaga, la variedad portuguesa, que madura antes y se ha visto menos afectada por la falta de lluvias, ha permitido salvar el 20% de la producción, con un fruto de alta calidad pero insuficiente para mantener una industria de la que viven alrededor de 1.500 familias en una comarca rural y con escasos recursos alternativos.

La recolección, recepción y comercialización de la castaña es el principal motor de empleo de localidades como Genalguacil, Igualeja, Jubrique, Pujerra, Parauta o Cartajima.

Entre las seis principales localidades productoras de castaña apenas suman unos 3.000 habitantes, lo que indica que casi la mitad de la población de la comarca está relacionada de alguna manera con este cultivo otoñal.

Fijador de la población rural

Durante décadas la producción de castaña ha actuado como fijador de la población en el Valle del Genal, que ubicado entre la Serranía de Ronda y la Costa del Sol, va perdiendo habitantes año tras año. Los vecinos se trasladan a localidades más prósperas y con más servicios, una tendencia que ahora se ve agudizada por la escasa rentabilidad de los cultivos.

Aunque la castaña lleva siglos en España, fueron los romanos los encargados de introducir este fruto en la Península Ibérica, en el Valle del Genal no comenzó a cultivarse hasta la década de los 50.

Los agricultores se dieron cuenta de que el clima montañoso que dificultaba otros cultivos era perfecto para la castaña, un fruto muy rentable y apreciado en países europeos como Italia, Francia, Alemania o Inglaterra, donde años después comenzó a exportarse.

En el valle del Genal hay 3.500 hectáreas dedicadas a este cultivo

Así comenzó la tradición de este cultivo en el Valle del Genal, que junto con la Sierra de Aracena y Picos de Aroche en Huelva, genera la mayor parte de la producción de castaña andaluza.

En la comarca malagueña las 3.500 hectáreas de castaños suelen producir en una campaña normal alrededor de 4 millones de kilos de fruto, pero esta temporada la cifra se quedará en apenas 800.00 kilos. Situación muy similar se vive en la sierra onubense, donde de las 5.000 hectáreas que había hace unos años, ya quedan menos de 4.000 y la producción tampoco alcanzará este año el millón de kilos.

Cooperativas que no abrirán

En plena campaña de recolección, es tal la escasez de género que muchas de las cooperativas han anunciado que esta temporada no abrirán sus puertas, lo que ya está dejando notar en las cifras de paro de los principales municipios productores.

"Hemos estado años intentando controlar la plaga de la avispilla, y ahora que más o menos está dominada, vienen estas temperaturas extremas y falta de lluvias para terminar con esta producción", lamentaba Salvador Sánchez, castañero de Genalguacil.

La superficie de cultivo se redujo hace años por una plaga de avispilla

Y es que los árboles andaluces se vieron azotados entre 2014 y 2016 por una plaga de Dryocosmus Kuriphilus, comúnmente conocido como avispilla del castaño, que redujo notablemente la superficie de cultivo.

Menos de diez años más tarde, y con los cultivos ya mermados, la ausencia de agua y las temperaturas extremas han vuelto a poner en jaque a este sector que cada vez es menos rentable para los agricultores. Y es que, los productores tienen que invertir en limpieza y adecuación de la arboleda para las próximas campañas, con lo cual este año no van a lograr ni siquiera cubrir los gastos de producción.

El Bosque de cobre se adelanta

El 'Bosque de Cobre', como se conoce a esta zona malagueña por el color que adquieren las hojas de los castaños en otoño, se ha convertido en un importante atractivo turístico y revulsivo económico en la comarca.

Cada año, al terminar el verano, miles de visitantes acuden a localidades como Júzcar, Igualeja, Pujerra o Parauta, que incluso ha creado un bosque encantado para aumentar sus atractivos. Sin embargo, las atípicas temperaturas también han afectado al ciclo normal de los árboles adelantando el proceso y reduciendo esta temporada turística. "A estas alturas del año las hojas se encuentran en el punto que deberían estar a final del otoño", comentaba el productor de castañas.

Ante esta situación, desde ASAJA han lanzado un SOS a las administraciones públicas con el fin de que presten ayuda a este sector en riesgo de desaparecer, lo que supondría una importante merma en los recursos económicos tanto de en el Valle del Genal como en la Sierra de Aracena.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky