
La mayor parte de los estudiantes españoles universitarios cursan un doble grado o una carrera sanitaria. Así, al menos lo aseguran los datos expuestos por el Informe CYD 2021/2022, en el que se analiza la evolución del alumnado en las universidades de nuestro país, así como las ofertas disponibles cada año.
La elección de una carrera u otra sigue siendo uno de los temas que más preocupa a los estudiantes. La vocación juega un papel importante en esta decisión. Pero también lo tiene las salidas laborales de las que dispone cada carrera.
Un dato destacable, que puede explicar la causa del por qué hay preferencia por las carreras sanitarias se encuentra precisamente en su empleabilidad. Actualmente, Enfermería y Medicina se cuelan en el top de titulaciones con más altas en la Seguridad Social al poco tiempo de graduarse. De esta forma, es posible saber, por ejemplo, que en el curso 2021-2022 había cinco solicitantes por cada plaza ofertada en el ámbito de la salud.
Al mismo tiempo, las dobles titulaciones ganan cada vez más adeptos, según las estadísticas ofrecidas por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, en las que se puede observar el crecimiento que han protagonizado los dobles grados en la última década. En el curso 2010/2011, la cifra de estas titulaciones era de 205, casi diez años después se sitúa en torno a los 900. Así, dentro del Sistema Universitario Español, actualmente formado por 89 universidades, entre públicas y privadas, la oferta de titulaciones impartidas no ha parado de crecer en los últimos años, hasta alcanzar la cifra de 4.226.
Otras titulaciones que tienen gran demanda y tienen muchas salidas laborales son informática (debido al auge de la tecnología), economía, marketing (centradas sobre todo en la publicidad online y las redes sociales) e ingeniería industrial (fomentada por el desarrollo industrial en España).
En contraposición, las carreras de Historia, Sociología, Restauración y literatura son aquellos que menos empleadores generan. También entra en este grupo el grado de Filosofía, pese al interés creciente de los estudiantes por él, favorecido especialmente por el auge de la inteligencia artificial y los posibles problemas y cuestiones éticas derivadas de su uso.
Medicina
El sector sanitario sigue siendo el favorito de los estudiantes españoles. Desde el curso 2019-2020 hasta el 2022-2023 ha registrado un incremento del 54,5% en la demanda. En Medicina, el aumento se cifra en el 73,1% y en Enfermería en un 65,2%. El año pasado, el número de solicitantes era de 13,1 por plaza ofertada. Además, el Informe CYD afirma que tras la pandemia se produjo un repunto por estudiar estas carreras.
Con todo esto, es normal que todas las comunidades tengan su propia facultad de Medicina, a excepción de La Rioja. La Comunidad de Madrid es la que más plazas oferta, seguido de Cataluña y Andalucía. Esto no es algo nuevo, ya que históricamente, las carreras sanitarias han sido muy solicitadas, siendo la primera carrera universitaria en limitar el número de estudiantes para evitar la masificación en las clases y en los hospitales. Lo que se conoce como numerus clasus.
Los estudios relacionados con la medicina siguen siendo las que mayor empleabilidad tienen. Medicina (99%), Odontología (97%), Enfermería (96%), Farmacia (89%), Veterinaria (86%) y Psicología (55%) se colocan a la cabeza en este sentido. Además, también influye la gran inserción laboral para sus personas graduadas, con un 95,1% y un 93,1%, en Medicina y Enfermería, respectivamente. Además, el salario juega otro papel interesante, y es que, según datos del Ranking CYD, el 80% de los graduados ingresan más de 2.000 euros mensuales a los cinco años de obtener el título.
No obstante, el gran problema reside en la precariedad y estabilidad de los contratos que firman los graduados. Solo el 4% de los que han terminado la carrera de Medicina tienen un contrato indefinido a los cuatro años de terminar sus estudios. En el caso de Enfermería, las cifras son ligeramente superiores, con un porcentaje del 26%.

Dobles grados
En el caso de los dobles grados, el de Matemáticas y Física es el que registró la calificación mínima más alta, en parte debido a la gran demanda, ya que tiene un alto grado de empleabilidad. En cualquier caso, los números no engañan. La presencia de los dobles grados en la oferta universitaria se ha multiplicado por 4 en los últimos años. El doble grado de Administración y Dirección de Empresas y Derecho, así como sus vertientes (ADE+ Derecho, ADE + Relaciones Internacionales...) es el que más matriculaciones recibe.
Para muchos estudiantes, los dobles grados son mucho mejores, entre muchas razones, porque se puede adquirir más conocimientos en un poco más de tiempo (normalmente dos años más que un grado ordinario). Otro motivo es lo que supone terminar la etapa universitaria con dos grados, ya que esto puede suponer una diferenciación en el mercado laboral. Es una forma de hacerlo, porque las empresas saben y valoran la dedicación, inteligencia y organización que se requiere para lograrlo. En este sentido, se podría decir que abre más opciones laborales. Al tener conocimientos especializados en dos áreas distintas es posible abarcar un rango más amplio de puestos. Esto aporta versatilidad al currículum. No obstante, muchos expertos critican este método porque lo tildan de superficial. Sus detractores afirman que se adquieren conocimientos poco profundos de ambas materias.
La flexibilidad y la adaptación se han convertido en factores claves para poder optar a un buen puesto de trabajo. Por tanto, cuanto más conocimientos se tengan, más fácil será acceder al mercado laboral, sin olvidar lo importante que es la calidad del estudio.