
El nuevo Gobierno municipal de Valencia pone en marcha una de las promesas electorales de su nueva alcaldesa, María José Catalá, que propuso nombrar alcaldesa honoraria a Rita Barberá y dar su nombre al puente de las Flores, una infraestructura que puso en marcha la que fuera alcaldesa del PP. Un nombramiento que seguro que genera polémica, después de que el propio partido marcase distancias con Barberá antes de su muerte por los casos de corrupción del partido en la capital valenciana.
La Junta de Gobierno Local ha aprobado esta mañana el inicio de los trámites administrativos para que Rita Barberá sea alcaldesa honoraria de Valencia y para que el Puente de las Flores lleve también el nombre de la que fuera la máxima responsable del Ayuntamiento de Valencia durante 24 años.
En la próxima convocatoria de la Comisión de Cultura será donde se presente esta propuesta para ser aprobada tras su paso por la Junta de Gobierno. El expediente para para que sea nombrada alcaldesa honoraria de Valencia se aprobará primero en la Comisión de Cultura, para ser posteriormente aprobado en el Pleno Municipal.
La intención de Catalá es que el nombramiento como alcaldesa honoraria se incluya junto con el resto de Honores y Distinciones de la ciudad para el año 2023 que ya están en tramitación.
La propia alcaldesa ha recordado que este nombramiento de Barberá a título póstumo "es un compromiso que asumimos en su día, que ya planteamos a este ayuntamiento cuando gobernaba la izquierda, que no lo quiso aprobar; pero que nosotros hemos querido aprobar nada más llegar a la Alcaldía por una cuestión de justicia y porque, además, la ciudadanía pide este reconocimiento social a quien fue durante tantos años alcaldesa de esta ciudad a la que transformó".
Aniversario
Catalá ha explicado que la aprobación por parte de la Junta coincide con el aniversario de nacimiento de Rita Barberá (16 de julio de 1948), "y pensamos que es una ocasión especial, y también para iniciar la tramitación para que el Puente de las Flores se llame Puente de las Flores Alcaldesa Rita Barberá".
La actual responsable del Ayuntamiento lo considera "un acto de justicia con la que fue alcaldesa de la ciudad, con la ciudad en sí y con sus vecinos, y también con la memoria democrática de esta ciudad, que no ha de ser una parcela que esté reservada a la izquierda, sino que es de todos".
Barberá, que fue alcaldesa de Valencia entre 1991 y 2015, gozó de una gran popularidad durante sus mandatos en la ciudad, donde encadenó varias mayorías absolutas después de haberse impuesto por apenas unos centenares de votos a sus socios de Unión Valenciana en las elecciones de 1991. Una diferencia que le otorgó la vara de mando según el pacto que habían alcanzado ambas formaciones.
Sin embargo, el final de su carrera política estuvo marcado por los casos de corrupción que afectaron a varios de sus colaboradores directos, como el vicealcalde Alfonso Grau, y al propio grupo municipal popular. Barberá falleció repentinamente de un infarto en Madrid en 2016.