
La izquierda valenciana no sólo ha perdido la Generalitat Valenciana y los ayuntamientos con más población de la Comunidad Valenciana. Además de estar fuera de las diputaciones de Alicante y Castellón, acaba de perder la presidencia de la Diputación de Valencia, pese a que sus partidos suman mayoría. La venganza del exsocialista Jorge Rodríguez, alcalde de Ontinyent cuyo partido independiente ha conseguido representación en varios municipios del interior de Valencia, está detrás de este giro de guion.
El candidato del PP a la Diputación de Valencia, Vicente Mompó, alcalde de Gavarda (Valencia), se ha impuesto contra todo pronóstico tras los resultados electorales del 28-M. El voto fundamental para dirimir el organismo provincial estaba en manos de la representante de Ens Uneix, una formación creada por el que fuera presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, después de que el PSPV le expulsara tras ser imputado en un supuesto caso de corrupción por la contratación en una empresa pública de la Diputación.
Rodríguez se mantuvo como alcalde de Ontinyent y no sólo revalidó con su propio partido su cargo en las dos últimas municipales, sino que ha extendido la presencia de su formación a otros ayuntamientos de La Vall de Albaida en las comarcas centrales de la Comunidad Valenciana. Precisamente el juicio reciente por ese caso absolvió al expresidente de la Diputación justo tras la cita electoral.
Una expansión que le ha permitido tener una representante en la Diputación provincial y servirse una venganza bien fría de sus hasta no hace tanto compañeros socialistas.
Los motivos de los roces
Tras semanas de conversaciones, hace unos días Rodríguez dio por rotas las negociaciones con el candidato socialista, el alcalde de Mislata Carlos Bielsa, que a su vez se encontraba en medio de la disputa interna del partido de Ximo Puig, que ha vivido un pulso con Ferraz por las candidaturas al Congreso de los Diputados. El alcalde de Ontinyent puso entonces como condición que los socialistas apoyasen a su representante y candidata, Natalia Enguix, para no dejar gobernar a PP y Vox en minoría. Algo que ni PSPV ni Compromís aceptaron, defendiendo que su representación es mucho mayor en la corporación provincial.
Las luchas intestinas de los socialistas y el "centralismo" frente a los pequeños municipios han sido los argumentos esbozados por la propia Enguix en su turno de palabra.
Finalmente en una apretada votación, Mompó ha obtenido 15 votos de PP y Vox, por los 15 de Bielsa de PSPV y Compromís, y uno de Enguix. Un empate que ha provocado que el presidente se atribuya al candidato popular según la legislación, por ser el que tiene más representantes (13) por delante de los socialistas (12).