Madrid
Grigory Klinishov era un físico nuclear ruso, considerado uno de los artífices de la bomba atómica en la Unión Soviética. La agencia estatal rusa de noticias TASS informaba este miércoles de que el hombre de 92 años había aparecido sin vida en su apartamento de Moscú. Desde la misma se indicaba que parecía haberse suicidado, ya que su cadáver apareció ahorcado y con una nota presuntamente escrita por él.
Klinishov fue uno de los creadores del arma nuclear soviética RDS-37, la cual fue puesta en marcha por primera vez en unas pruebas del campo de entrenamiento de Semipalátinsk, en Kazajistán, en el año 1955.
¿Qué se sabe de su muerte?
El cadáver del científico de 92 años fue descubierto por su hija, la cual vio también la carta escrita. Los medios estatales rusas comentaban que se podría haber suicidado por dos motivos: por padecer una "enfermedad grave", y por el fallecimiento de su mujer. Ahora, no es ni mucho menos el primer caso de una personalidad rusa que fallece en extrañas circunstancias en los últimos meses, tendencia notable desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania.
Por ejemplo otro científico, Andrey Botikov, también aparecía ahorcado con un cinturón en su piso de Moscú, muerte a la que también se tildó de suicidio. Este hombre había desarrollado la vacuna rusa contra el Covid-19.
Por su parte, varios cargos de grandes corporaciones rusas, como el gigante energético Gazprom, aparecían igualmente sin vida. Un caso especialmente preocupante fue el de Vladislav Avayev, exfuncionario del Kremlin y vicepresidente de Gazprombank, cuyo cadáver también fue descubierto en la capital rusa junto a su mujer y a una de sus hijas. Por su parte, la oposición rusa denunciaba todos estos casos, asegurando que el presidente Vladimir Putin y el Kremlin estaban tras todas estas muertes.
