Los grandes magnates se acaban convirtiendo en personajes mediáticos que acaparan la atención con cualquiera de sus movimientos, sobre todo, en el ámbito económico. Así, Elon Musk con una fortuna de 221.000 millones de dólares, Bernard Arnault con 189.000 millones de dólares y Jeff Bezos con 147.000 millones de dólares. Este último, director ejecutivo de Amazon, ha protagonizado la última noticia al comprar una acción de su empresa de comercio electrónico.
Le costó 114,17 dólares, una cantidad irrisoria para su patrimonio. Pero llama la atención, además de que solo comprase una, que fuera su primera adquisición de activos desde 2002. De hecho, en los últimos 21 años solo ha vendido participaciones por un valor total de 30.000 millones de dólares con tal de financiar otros negocios como su empresa aeroespacial Blue Origin o su superyate Koru, valorado en 500 millones de dólares.
Bezos posee el 10% de Amazon y desde que la compañía salió a bolsa en 1997 no ha vuelto a recibir más acciones. Aunque solo esta proporción de la bigtech suponen 148.000 millones de dólares, según Bloomberg Billionaires. Este último movimiento aumenta su patrimonio en 10 dólares, ya que desde que la compró hasta el pasado viernes su valor ha crecido esa cantidad.
La red se ha llenado de teorías sobre cuál es la finalidad del CEO de Amazon detrás de esta compra. Algunos creen que se trataba de un regalo a un tercero y otros piensan que fue por un mero accidente. "Necesitaba una acción más para recuperar el control", bromeó Mark Shmulik, analista de Sanford C. Bernstein. Ni el protagonista ni su equipo no han querido aclararlo.
El mismo día de este hecho, Bezos hizo una donación de 69.290 acciones, que equivalen a ocho millones de dólares, a una organización sin ánimo de lucro, según un documento de la Comisión de Bolsa y Valores. Este movimiento llevó a algunos a pensar que quizá Bezos está tratando de burlarse, por el posible significado de los dos primeros números.
