Bruselas
El Qatargate, el escándalo de la trama de tráfico de influencias de Qatar y Marruecos sobre la toma de decisiones del Parlamento Europeo ha obligado a las UE replantearse su propio funcionamiento. Es en este escenario que la Comisión Europea ha propuesto este jueves la creación de un organismo interinstitucional que tendrá como cometido unificar los estándares éticos de las instituciones.
Este nuevo cuerpo ético, como lo ha llamado Bruselas, se encargará de desarrollar unos estándares comunes para los miembros de las instituciones europeas. Se tratará, en todo caso, de unos estándares mínimos que serán ampliables a requisitos más estrictos que las instituciones quieran aplicar.
Este cuerpo ético se articulará también como un punto de intercambio de puntos de vista entre las instituciones y será un impulsor la promoción de una "cultura ética común". El cuerpo estará compuesto por un presidente, rotatorio de forma anual entre las instituciones europeas, así como miembros de las instituciones, con una duración máxima de 5 años, y cinco observadores independientes designados por los partidos políticos, cuyo cargo se renovará cada tres años.
Este nuevo organismo se encargará de fijar los estándares de conducta ética que marque las pautas de comportamiento en el seno de las instituciones comunitarias. Esos estándares afectarán a la recepción de regalos o viajes de terceras partes y se aplicarán también en caso de recepción de premios o condecoraciones.
Se encargará, además, de establecer medidas de transparencia, especialmente en lo que respecta a las reuniones de representantes de la Comisión Europea, del Consejo de la UE y del Parlamento Europeo de cara a establecer estándares comunes en sus encuentros con representantes de interés.
El próximo 3 de julio, el Ejecutivo comunitario invitará a las instituciones europeas y los cuerpos asesores para realizar una reunión en la que abordar las negociaciones para la creación de este cuerpo interinstitucional.
La propuesta se presentará al Parlamento Europeo, al Consejo Europeo, al Consejo, al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, al Banco Central Europeo, al Tribunal de Cuentas Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones. También, por petición propia, al Banco Europeo de Inversiones.