Telefónica, la empresa multinacional española de telecomunicaciones es uno de los mejores ejemplos sobre como abordar un proceso de expansión. La internacionalización ha sido siempre un objetivo para la compañía y, por ello, ha llevado a cabo diferentes métodos de acción para expandirse fuera de nuestro país desde los años 80.
Entre estas operaciones se encuentran adquisiciones, fusiones y alianzas estratégicas que han permitido a Telefónica participar en nuevos mercados como un actor principal y consolidarse como un referente de los diversos servicios que ofrece: teléfono fijo, telefonía móvil, internet y televisión.
Actualmente, su presencia se extiende por Europa, América Latina, Estados Unidos y Asia. De hecho, uno de los grandes momentos que vivió la compañía en este sentido fue en el año 2005, cuando adquirió la empresa de telecomunicaciones británica O2. Fue su oportunidad de expansión por el Viejo Continente a gran escala, aunque previamente ya habia incursionado en el mercado rumano y portugués. Ese mismo año, también incursionó en el mercado chino adquiriendo el operador China Netcom. Sin embargo, la región donde Telefónica ha sabido destacar y consolidarse como un referente ha sido Latinoamérica, destacando especialmente en Argentina, Chila, Perú, Colombia y México.
Al igual que otras grandes empresas, la estrategia de internacionalización seguida por Telefónica se basa en adaptarse a las necesidades de cada mercado y en ofrecer un servicio de calidad e innovador. Para ello, se ha enfocado en invertir en tecnologías como la conectividad 5G, el Internet de las cosas, la inteligencia artificial y la nube, con el objetivo de ofrecer servicios diversificados a nivel global. Así, Telefónica ha tenido como eje principal de su futuro empresarial el crecimiento exterior, que se ha visto reforzado por la continuidad que le han otorgado los diferentes presidentes que han ocupado el cargo.
