
Generalmente al comienzo de cada año, muchas personas se proponen una serie de propósitos para cumplir en un año, en este caso antes del final de 2023. Algunas de estas metas consistían en adquirir o abandonar ciertos hábitos. Si bien es posible que varios de esos objetivos no se cumplan, la psicoterapeuta y autora Morgan Schafler admite que crear un hábito es algo complejo, y cuando no se logra ello puede provocar que uno lo vea como un fallo personal.
Esta comenta que lo mencionado hace que sea usual abandonar los propósitos, y añade que la gente se predispone mentalmente para no poder cumplirlo. "La mayoría de las personas operan bajo la conjetura disfuncional de que el cambio es un proceso de un único paso, y que se logra simplemente parando de hacer algo o asimilando algo nuevo", argumenta.
Pero Schafler asegura que, si bien esta concepción puede facilitar el cambio a corto plazo, a su vez complica mantener esos nuevos hábitos en el largo plazo. Es por esto que la misma pide ver los cambios como procesos de pasos múltiples, como alternativa que consolide estos propósitos. Y para lograrlo, Schafler ofrece el modelo en 5 etapas que desarrollaron los investigadores James Prochaska y Carlo DiClemente.
Así se cambian los hábitos
1. Precontemplación
El proceso al que alude Schafler comienza con el punto en el que la persona no es consciente de querer cambiar un hábito, por lo que ni siquiera se plantea realizando dicha transformación en un futuro. La persona se centra más en experimentar que en tomar consciencia de cómo sus actuaciones impactan en su vida. Entonces, para quienes ya piensen de alguna manera que deben cambiar algo, ya habrán dejado esta primera etapa atrás.
2. Contemplación
El segundo paso viene representado por ciertos pensamientos repetitivos sobre qué funciona y qué no funciona en la vida de uno. Es probable que uno se de cuenta de lo positivo y lo negativo de ciertos hábitos específicos, pero todavía no se siente el impulso por cambiarlos.
3. Preparación
El individuo decide acometer un cambio en su vida, por lo que comienza a reunir información y recursos que le ayuden a hacer esa transición. Un ejemplo sería adquirir el hábito de salir a correr. Parte de la preparación es adquirir el material deportivo adecuado, o consultar a un amigo que ya ha asimilado el hábito, para preguntarle cómo empezó.
4. Acción
Esta fase implica realizar cambios en el comportamiento. Muchas personas la asociarán con el cambio en sí, pues es la más visible y notoria de las cinco. Schafler, por su parte, argumenta: "Si has llegado hasta aquí, entonces te habrá conllevado una gran cantidad de energía mental, tiempo, reflexión, trabajo y riesgo emocional. Sin importar lo que pase después, tienes mucho de lo que estar orgulloso".
5. Mantenimiento
Finalmente, dice que este último paso "es crucial y se suele pasar por alto". Y es que hacer el cambio solo implica el comienzo del camino, y posteriormente llega el momento de sostener el potencial hábito que surgirá de ello. Se debe admitir que habrá retrocesos, pero esto es algo totalmente normal, según Schafler.
Para terminar dice que uno debe recordarse siempre que dar un paso atrás no es fracasar, y que es fundamental rodearse de un sistema de apoyo que ayude a la persona a mantenerse en el camino cuando meta la pata.