
Pese a que las personas nos relacionamos con el dinero durante la mayor parte de nuestra vida, la educación financiera sigue siendo una asignatura pendiente en la sociedad española. Esta falta de conocimientos provoca que los ciudadanos tomen peores decisiones, lo que tiene un impacto no sólo en su economía sino en el conjunto del país. Blanca Narváez, directora general de Fundación Mutualidad Abogacía, analiza para elEconomista.es la importancia acuciante de tomarse enserio la formación en esta materia.
¿Cómo cree que hubiera sido España si hubiésemos tenido educación financiera desde el colegio?
Partimos de la base de que en la sociedad española hay una enorme falta de cultura financiera, y ello se pone de manifiesto en el déficit de conocimientos financiaros de la población. Según estudios del Observatorio del Ahorro Familiar, de Fundación Mutualidad Abogacía y Fundación IE, un 44% de la población española encuestada no comprende conceptos como el interés, la inflación o el riesgo de no diversificar, y un 90% de ellos no identifica correctamente las características de rentabilidad, riesgo, liquidez y fiscalidad de los principales productos de inversión (fondos de inversión, de pensiones, seguros de ahorro, acciones y bonos).
De haber tenido educación financiera desde el colegio, esa falta de conocimientos financieros probablemente no habría sido tan acuciante ni habría limitado tanto la capacidad de los hogares y de las personas de planificar financieramente sus vidas, evitando por tanto la vulnerabilidad y estrés emocional actual de muchas familias en España: según el Observatorio del Ahorro Familiar, solo un cuarto de los hogares españoles (según nuestra muestra) afirma llevar algún tipo de planificación financiera a futuro del hogar. O lo que es lo mismo: el 75% de las familias no cuenta con una planificación financiera de la economía doméstica.
Los hogares son unidades que tienen ingresos (salarios y rentas) y gastos (consumos) y que necesitan hacer inversiones (vivienda, coche, bienes duraderos, estudios...) para las que es posible que necesiten financiación externa (préstamos). Por ello, las familias deberían hacer una presupuestación y una planificación financiera a futuro en base a sus preferencias y objetivos, que, sin duda, estará condicionada por el momento del ciclo vital en el que estén y en la que a lo largo del tiempo deberían incluir un objetivo de ahorro precautorio y previsional.
¿Cómo podemos conseguir que las personas se tomen enserio la educación financiera y vean su importancia?
Como decía Nelson Mandela, la importancia de la educación radica en su poder para cambiar el mundo y reducir las desigualdades, y en la educación financiera esto es especialmente verdad. El informe publicado en 2007 bajo el título Financeinequality and thepoor revelaba que los mercados más desarrolladas financieramente reducen las desigualdades económicas de su población, beneficiando especialmente a los más pobres. Estas sociedades tienen una mayor educación financiera. Educación financiera, crecimiento económico y mercados financieramente desarrollados van de la mano de la reducción de las desigualdades.
"De haber tenido educación financiera desde el colegio, la falta de conocimientos financieros no habría limitado tanto la capacidad de los hogares y de las personas de planificar financieramente sus vidas"
Ahondando más en la educación financiera, ésta es esencial a dos niveles: personal y empresarial. A nivel personal permite a los ciudadanos contar con una herramienta de diseño y logro de objetivos vitales, evita tener problemas por decisiones financieras no acertadas en el ahorro, deuda o en las inversiones y suaviza las eventualidades que nos suceden a lo largo de la vida a través del ahorro.
Desde el punto de vista empresarial, la formación financiera facilita la sostenibilidad de las organizaciones, de la misma manera y con los mismos perfiles, preventivos, toma de decisiones acertadas y planificación para el crecimiento.
Ambos puntos de vista agregados en definitiva proporcionan a la sociedad estabilidad y solvencia, lo que redunda en beneficios para los ciudadanos y para la sociedad en general. La educación en general y la financiera en particular tiene impacto en la calidad de vida, en la salud, en el bienestar, y hasta en la esperanza de vida.
¿A qué cree que se debe que la educación financiera no sea obligatoria en el colegio?
La educación financiera es un tema de primer orden, que afecta profundamente al conjunto de los ciudadanos y a la sociedad en general, pero que, sin embargo, no es una prioridad política en España. Por eso no hay un currículum de educación financiera oficial para centros educativos, a excepción de aquellos alumnos que eligen alguna optativa de economía que tienen el privilegio de adquirir algunos conocimientos financieros. Así, no es extraño constatar los bajos niveles de educación financiera que tiene España y que se ven reflejados en estudios como los del Observatorio del Ahorro Familiar.
En la crisis financiera del 2008 se ha evidenció la necesidad de una mayor y mejor educación financiera. Fue en ese año cuando el Banco de España y la CNMV impulsaron el plan de educación financiera con el fin de contribuir a la mejora de la cultura financiera, al que se han adherido múltiples instituciones públicas y privadas incluyendo el Ministerio de Educación, es esencial que haya un diseño oficial de conocimientos, habilidades y actitudes que un individuo debiera adquirir antes de la edad adulta para poder tomar decisiones financieras saludables, formadas e informadas.
"La educación en general y la financiera en particular tiene impacto en la calidad de vida, en la salud, en el bienestar, y hasta en la esperanza de vida"
La OCDE y la Comisión Europea han publicado Financial competence framework for adults, que establece lo que debe saber una persona adulta. Falta todavía este marco para los niños en las diferentes etapas educativas, y convencer a las Comunidades Autónomas de la relevancia de incluir estas capacidades en los currículos educativos y no solo a unos pocos.
La causa acuciante de mejorar la educación financiera entre los ciudadanos, está secundada por numerosas entidades públicas y privadas (incluyendo Finanzas para todos de la CNMV y el Banco de España), con vocación de formar a la población en general y en particular a niños y jóvenes, así como a los colectivos más vulnerables, para los que se han desarrollado contenidos y formaciones gratuitas accesibles en formato online y presencial. Podríamos afirmar, por lo tanto, que el conocimiento, está al alcance de los individuos, aunque no es frecuente su aprendizaje de forma autónoma y por iniciativa propia.
En la actualidad estos conocimientos se adquieren por iniciativa de docentes y centros educativos y sobre todo, de manera informal en el contexto familiar, y a través del aprendizaje individual de forma parcial y desestructurada.
Tenemos la esperanza de que la comunidad educativa sea sensible a este nuevo marco de competencias y conocimientos y movilice al profesorado para mejorar esta capacidad tan esencial para la población y que tendría solución desde la educación.
¿Qué desventaja frente a otros países con mayor educación financiera cree que tienen los ciudadanos españoles?
Según el estudio del Observatorio del Ahorro Familiar presentado en diciembre de 2020, titulado La resiliencia y vulnerabilidad de los hogares españoles frente al covid-19. Disparidades en la distribución y composición del ahorro en el entorno europeo, España es, junto con Bélgica, el país con mayor desigualdad en la distribución del ahorro financiero de entre las naciones analizadas, ya que el 45% de los hogares se encuentran por debajo del salario medio del país.
"Tenemos la esperanza de que la comunidad educativa sea sensible a este nuevo marco de competencias y conocimientos y movilice al profesorado"
El ranking europeo de hogares con mayores niveles de ahorro financiero lo encabezan Bélgica y Alemania, donde el 50% de sus hogares cuentan con ahorros superiores al 60% y 40%, respectivamente, del PIB per cápita y el salario anual; seguidos de España y Francia, con el 50% de los hogares en posesión de un ahorro financiero equivalente a aproximadamente un tercio de su PIB per cápita y su salario medio anual (situado en los 26.821 euros para el caso español), lo que indica que en ambos países el ahorro financiero de la mitad de los hogares está por debajo de los 4 meses de salario medio. A la cola del ranking se situarían Portugal e Italia, con los hogares financieramente más pobres de la muestra.
En conclusión, dentro de nuestro entorno europeo, España se incluiría en el grupo de países con hogares más vulnerables en términos de ahorro financiero, mostrando una resiliencia inferior a la de países como Alemania o Bélgica, aunque mayor a la de Italia y Portugal.