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Cómo colocar correctamente el lavavajillas para optimizar su uso y prevenir la aparición de óxido

Imagen de iStock

El lavavajillas es el mejor aliado para quienes odian fregar a mano. Además de ahorrar tiempo y trabajo físico a sus usuarios, este electrodoméstico emplea menos agua y energía (para calentarla), por lo que, a la larga, es una alternativa más económica.

Según un estudio elaborado por el Canal de Isabel II, cada lavado con lavavajillas ahorra, de media, 12 litros de agua y alrededor de 1 kWh de electricidad respecto al lavado tradicional. Ya sea por esta razón, por su eficacia o por su facilidad de uso, el lavaplatos está presente en uno de cada dos hogares de Europa, según asegura el Comité Europeo de Fabricantes de Electrodomésticos (CEDED).

Sin embargo, esta solución no está exenta de problemas, como las averías, la aparición de zonas oxidadas o la acumulación de cal. Por ello, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explican cómo emplear este aparato para prevenir su aparición.

El orden, primordial

Según la organización, el primer paso para prevenir la aparición de zonas oxidadas es llenar el lavavajillas de manera correcta. "Si llenas el lavavajillas de forma sistemática, verás como el espacio te cunde más, los cacharros salen más limpios y evitas deterioros en la vajilla y en el aparato. Esto te ahorra tiempo de lavar a mano los cacharros que no te quepan o tener que repetir el lavado de las piezas que no han quedado bien, aumentando el consumo" indica.

Como regla general, se debe cargar el cesto desde las zonas interiores hacia afuera, con el objetivo de optimizar el espacio y equilibrar el peso.

Cesto superior

El cesto superior es el lugar idóneo para colocar vasos, tazas y cuencos pequeños. "Deben quedar siempre bien colocados boca abajo y ligeramente inclinados para que el chorro de agua que viene de la zona inferior de la máquina les llegue bien", explica la OCU.

También este espacio debe reservarse a determinados artículos de plástico, como fiambreras, con el fin de mantenerlos lejos de la resistencia que está en el fondo del aparato y evitar que se deformen por el calor.

Del mismo modo, la cesta de arriba puede albergar los accesorios y cucharones más largos, especialmente en los estantes que hay en algunos modelos encima de la zona de las tazas. "Presta atención a que los mangos no se deslicen por las rejillas y entorpezcan el giro de las aspas, lo que provoca malos resultados de lavado", indica la organización.

Cesto inferior

La parte de abajo, en cambio, debe cobijar los platos, las sartenes y las cacerolas, "siempre boca abajo o inclinados de lado". Las vajillas de gran tamaño, por su parte, debe colocarse hacia los laterales para que no bloquee el chorro de agua.

Los tenedores, los cuchillos y las cucharas pueden ir o bien en un cesto portacubiertos en la bandeja inferior o bien en una bandeja adicional en la parte superior (dependiendo de lo que incorpore el modelo). Para el primer caso, es recomendable "colocar los cubiertos con los mangos hacia abajo y los cuchillos con el mango hacia arriba con el fin de evitar accidentes", mientras que para el segundo caso deben colocarse de forma ordenada, de lado y con separación entre sí.

El orden y el cuidado al colocar y retirar las vajillas es el mejor método para prevenir roces, desgaste y la aparición de óxido en las rejillas de ambas cestas. En caso de aparecer, se pueden llevar a cabo diferentes medidas, como buscar el recambio compatible en una web o tienda autorizada (suelen oscilar entre los 35 y los 150 euros); se pueden colocar fundas de plástico para las varillas o recubrir con pintura antioxidante.

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