
La negociación de la nueva PAC en 2020 dejó moderadamente satisfecho al campo español. La Unión Europea le asignó 47.682 millones de euros para el periodo 2023-27. Las cantidades eran similares a las del sistema anterior. Faltaba conocer el reparto interno que se hacía en cada Estado. Y el campo andaluz se ha levantado en armas contra el Plan Estratégico de la PAC diseñado por el ministro Planas, y que se está empezando a ejecutar esta campaña. Ya está abierto el plazo de solicitudes. "La publicación de los derechos provisionales confirma que las previsiones que hicimos de que Andalucía va a perder 500 millones de euros en el periodo, no eran exageradas sino rigurosas. Con la nueva PAC ningún agricultor andaluz gana, y uno de cada tres pierde", asegura desde Asaja Eduardo Martín. Ya no son cálculos hipotéticos. Son casos reales resultantes de comparar en agricultores concretos los pagos de la PAC de la pasada campaña con los derechos provisionales que se les conceden para ésta.
Un agricultor de la campiña sevillana con 36 hectáreas de arroz va a pasar de cobrar 35.380 euros a 23.194. Otro con 25 hectáreas de olivar en la misma comarca, de 7.182 a 5.421. Y un tercero con un secano de 80 hectáreas en la misma zona, pasa de 20.563 a 14.775. En el peor año agrícola del siglo -con caídas de la producción por la sequía que llegan a entre el 60 y el 70% el cultivos estratégicos para Andalucía como el olivar y el arroz- y todos los costes disparados, la reforma de la PAC diseñada para España desde el Ministerio de Agricultura supone la puntilla para muchos agricultores profesionales andaluces.
Asaja señala que los principales perjudicados son los agricultores que han apostado por hacer sus explotaciones productivas. "No es verdad que perjudique a grandes propietarios y beneficie a pequeños agricultores. Castiga a la agricultura productiva, al agricultor profesional", explica Martín.
Mal diseño
El lastre principal, indica, procede del diseño de los ecorregímenes, Nueve ecoesquemas para España, cada uno con una cantidad asociada por hectáreas y unas prácticas permitidas para los agricultores que se acojan a ellos. Según el campo andaluz, no se ha hecho atendido a la diversidad real de la agricultura de la comunidad, y se hacen homogéneas comarcas y situaciones que no lo son, como las que se viven en la campiña sevillana y en la Sierra Norte de la misma provincia, o en la Loma jienense y la comarca vecina de Segura.
El diseño de las ayudas realizado desde el Ministerio de Agricultura castiga especialmente a las comarcas de la Campiña en Sevilla, La Janda de Cádiz, El Condado de Huelva, Antequera y La Loma de Jaén, donde los agricultores van a perder entre el 25 y el 40% de lo que venían percibiendo, indican desde Asaja. Pero en la organización agraria insisten en que no hay nadie en Andalucía que salga beneficiado, con comarcas en las que "no hay ningún agricultor que no pierda".
Trasvase entre comunidades
"En Castilla-La Mancha estarán encantados con la propuesta de Planas. Para ellos es una PAC histórica", dice Eduardo Martín, que señala también a Aragón o Cataluña como otras regiones que salen especialmente beneficiadas.
En plena pandemia ya hubo movilizaciones en todas las provincias andaluzas, tractoradas regionales y manifestaciones en Madrid contra esta PAC que a juicio de los agricultores andaluces se ha hecho con criterios políticos y no técnicos, rompiendo el principio hasta ahora intocable de que no hubiese trasvases de fondos entre territorios ni grandes perdedores en las sucesivas reformas de la Política Agraria Común.
"La Junta de Andalucía manifiesta su más rotunda oposición a todo planteamiento que implique grandes transferencias de fondos entre sectores, territorios y agricultores". La cita es, efectivamente, del Gobierno andaluz. Pero no de la actual titular de Agricultura, Carmen Crespo. Ni es una cita actual. Son palabras del ahora ministro de Agricultura, Luis Planas, en junio de 2013, cuando era consejero de Agricultura de la Junta de Andalucía y el PP negociaba en Bruselas una reforma anterior. En una década Planas ha pasado de defender una cosa a la contraria, indican desde el campo andaluz. Asaja lo acusa de "demagogia y uso torticero de los datos para beneficiar a otras regiones".
Alegaciones conjuntas
Asaja es una de las organizaciones que firman un documento conjunto de alegaciones contra el Plan Estratégico de Planas. El mismo documento lleva también la rúbrica de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Coag y Upa, junto a la de la Junta de Andalucía.
El documento único traslada al Ejecutivo central la petición de que se aumenten los criterios para la fijación de las cuantías económicas de los ecorregímenes, teniendo en cuenta otras variables como la estructura del suelo o de las explotaciones. A ello se suma la demanda de equiparar las ayudas a la remolacha del sur con la del norte del país, así como una ayuda asociada específica para el girasol y los frutos secos de Huéscar, Guadix y la comarca de Los Vélez (Almería).
También se reclama la modificación del concepto de agricultor activo, promoviendo que el producto integrado o ecológico sea considerado como tal per se. Los firmantes de las alegaciones conjuntas entienden que debe considerarse suficiente con demostrar actividad agraria, aunque se compatibilice con otras actividades.
En el caso del cuaderno digital de explotación agrícola, y debido a los efectos que están teniendo en el sector la guerra en Ucrania, los elevados costes de producción, la inflación y la sequía, es preciso que se proceda a un aplazamiento hasta septiembre de 2024, y hasta el mismo mes de 2025 en el caso de las pequeñas explotaciones. En cualquier caso, el documento realiza una petición expresa de que se conceda un tiempo voluntario y en prácticas a los productores para poder familiarizarse con el mismo.
Y se pide flexibilizar la condicionalidad, o lo que es lo mismo, las prácticas ambientales que se exigen con la nueva PAC. Andalucía entiende que su flexibilización es procedente para poder adaptarlas a la realidad de la comunidad autónoma y que tengan una mejor aplicación. Por otra parte, como territorio con la mayor superficie de agricultura ecológica de España, con más de un 29%, Asaja, COAG, UPA y Cooperativas-Agroalimentarias solicitan que este tipo de producción sea considerada como un ecorregimen per se.
Unidad
La situación es de tal calado y con repercusiones económicas y políticas (los agricultores andaluces están conociendo sus pérdidas justo cuando se disponen a votar en unas municipales) que todas las organizaciones agrarias han presentado conjuntamente las alegaciones con la Junta.
Desde Asaja Sevilla se ha llevado a los tribunales aspectos concretos del PEPAC. Y se van a presentar mociones en ayuntamientos para que los consistorios puedan expresar su apoyo a las alegaciones andaluzas. O que los alcaldes se 'retraten' si no se posicionan junto a los agricultores de sus municipios.
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