Los no diputados del Partido Popular de Mariano Rajoy apoyaron a Carlos Floriano, senador por Cáceres, en la presentación de su primera novela, Tan terrible es el odio (editorial Almuzara). Un evento literario que tuvo lugar en la Fundación Rafael del Pino, en Madrid, el martes 21 de marzo.
En su relato, el autor, presidente de la Comisión de Presupuestos del Senado, recrea un episodio de la Guerra Civil protagonizado por un liberal diputado en Cortes por la CEDA, Joaquín González Cumbreño, en las elecciones de febrero de 1936. En agosto de ese año González Cumbreño es secuestrado por los milicianos delante de su familia y de Ángeles, su empleada del hogar. Un drama y "un thriller", apunta Floriano, en un amanecer de Madrid, "que olía a pólvora". Avanza el senador: "Es una novela de unos hechos que sucedieron entonces". En concreto, a dos tías de Isabel, su mujer, Raquel y Mariví, "quienes nunca hablaron de venganza, sino de mirar al futuro."

Su editor, Manuel Pimentel, ex ministro de Trabajo, tomó la palabra en la presentación. Una breve intervención que comenzó con un guiño. Solo la casualidad quiso que el lanzamiento de la novela de Floriano se celebrara el mismo día que dio comienzo la moción de censura, encabezada por Ramón Tamames como candidato de Vox. "No estaba previsto, se han conjugado los astros", deslizó Pimentel, que presentó a Javier Arenas como su "líder espiritual y amigo". Además de Arenas, también se encontraba Mariano Rajoy. Junto al expresidente, sentados en primera fila, estaban Pío García-Escudero y Esperanza Aguirre (que llegó 20 minutos tarde y que fue saludada por Esteban González Pons con un espontáneo "buenas tardes, presidenta").
"Esta es una novel a. F., antes de Feijóo"
El autor, doctor en Derecho, profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Extremadura y colaborador en elEconomista.es, debuta en la literatura con este título. Floriano reveló su "admiración" por Clara Campoamor y su lucha por el sufragio universal, mencionó el "prestigioso Chicote de los años 30", a Juan Belmonte y a Morante de la Puebla. Compartió el autor su método de escritura. Empezó en la pandemia, en el confinamiento. "Esta es una novela a. F. Antes de Feijóo. Y la escribo al amanecer, a las 4:00 de la mañana". Prosiguió su intervención con una reflexión: "La ficción es como tiene que ser y los ensayos son como son. Fue emocionante escribirla. Verla publicada ya flipo. Mis compañeros del Senado son fieles seguidores, yo les pido que la lean."

Floriano recordó aquellos días de 2020: "Empecé a escribir a mano en un cuaderno. Cuando Raquel y Mariví me contaron su angustia pensé que lo tenían que saber las generaciones futuras". Concluyó el autor que, en estos años, "la política en lugar de ser un debate serio, se busca un lugar común de trinchera. Que los que piensan como yo estén conmigo defendiendo o atacando. Lo importante para esta política no es solucionar problemas, sino qué decir para aglutinar a los tuyos en el odio al adversario".
Para terminar, Floriano dijo: "Quiero reivindicar a los que en los 70 hicieron una apuesta por la reconciliación, cuando el objetivo no era llegar al poder o conservarlo a cualquier precio, sino dejar un país mejor que el que encontraste". Unas palabras que cobraron más alcance al ser pronunciadas en pleno debate de la fracasada moción de censura.
Dio paso Pimentel a los ponentes que arroparon a Floriano en su gran noche: la periodista Pilar Cernuda y González Pons. "Dos personas con vida y con libro", recalcó el exministro, porque "para escribir hay que leer, pero sobre todo hay que vivir". Cedió el turno a Cernuda. Después, Pimentel levantó su móvil e hizo varias fotos apuntando a la primera fila, la de Rajoy. En una noche de recuerdos de la Guerra Civil y en un día en el que el guerracivilismo estuvo presente en las Cortes durante el debate, Cernuda insistió en que "hubo dos mandos" y en los dos "hubo víctimas y verdugos". Cerró su intervención con un "me indigna" que los políticos de hoy no sepan qué es "la reconciliación".
"Me choca que no haya en el libro una escena erótica"
González Pons, portavoz del PP Europeo, se deshizo en elogios a su "amigo", al que quiere "como a un hermano". Habló del "joven novelista y promesa de la literatura" y destacó que su libro es "un cuento escrito por un padre, Carlos, para sus dos hijas, Cristina e Isabel, para que conozcan una España mejor". Lanzó varios piropos a Rajoy como "el mejor presentador de libros que hay" y señaló a sus compañeros escritores presentes en la sala: Borja Sémper, Esperanza Aguirre y el propio Rajoy. "Los dos (primeros) son autores, pero el presidente es súper ventas". Quiso González Pons dejar su huella: "Me choca que no haya en el libro una escena erótica". Por alusiones, Floriano, con timidez, deslizó: "Yo espero enganchar, pero no por ahí, que me da vergüenza". Al término del acto, aplaudió Rajoy con las manos alzadas, en señal de enhorabuena.
Fue una noche de abrazos. El de González Pons y Rafael Hernando; y el de García-Escudero y Sémper. También, un momento de fotos con móviles: el posado de Pimentel, Esperanza Aguirre y Rajoy. Luisa Fernanda Rudi se acercó. "Carlos, nos vemos en el Senado. Misión cumplida", se despidió. También le dijo adiós Rajoy, con un "me lo he pasado muy bien". Mientras el protagonista firmaba libros, respondió: "Hasta luego, presidente".