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Las claves de dos expertos en psicología para crear una buena relación con los hijos

  • Estos recomiendan varios consejos para antes de tener hijos
  • Ofrecen una serie de claves para llevar su crianza de forma correcta
  • Ofrecen un punto intermedio entre el padre duro y el permisivo
Una familia pasa un buen rato (Dreamstime).
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Lauren B. Quetsch y Tim Cavell son profesores de psicología en la Universidad de Arkansas. Ambos se especializan en psicología infantil, y recientemente publicaron un libro con el que quieren combatir un término ampliamente extendido, el de "crianza efectiva", para sustituirlo por "crianza suficientemente buena".

Ambos expertos añaden que los libros científicos que reúnen y sintetizan información en breves ocurrencias, sobre cómo ser un "padre efectivo", suelen pasar por alto la posibilidad de que los padres a veces se equivocan. "Un 'padre suficientemente bueno', solo por la naturaleza de su esfuerzo, errará. No logrará satisfacer las necesidades de sus hijos, pero esa es una oportunidad para que estos aprendan por sí mismos. Por tanto se trata de darles a los niños un regalo para ayudarles a aprender", comentaba Cavell.

Si bien ambos elogian esfuerzos como ayudar al niño a aprender un segundo idioma, o como enseñarle la importancia de limitar su exposición a los dispositivos, Quetsch y Cavell resaltan que lo más importante es ser capaz de entenderles. "Es una especie de trabajo unilateral y a largo plazo. Se trata de gestionar la relación paterno filial, y no su comportamiento".

La forma correcta de conectar con los hijos

Una vez explicado esto, ambos expertos en psicología ofrecen seis claves para crear una relación adecuada con los niños:

1. Las metas

Muchos padres tan solo piensan, con respecto a sus hijos, en lo que quieren que estos consigan. Pero Quetsch dice que no se debe uno aferrar a un objetivo que no tiene sentido mientras su hijo crece. 

"Podemos tener una idea de cómo queremos criar y hablar de ello, pero cuando finalmente nos ponemos a ello, entonces tus hijos te darán su propio temperamento, y te darás cuenta de que pensabas que lo habías preparado todo pero realmente no es así", explica la misma, añadiendo que estas metas muy probablemente cambiarán con el paso del tiempo.

2. La salud

Cavell cree que los padres no deben descuidar su propia salud física y mental. Se trata de la salud propia, y no la de los hijos.

Por ejemplo, recomiendan hacer 'mindfulness' tanto antes de ser padres como durante la crianza de los hijos, pues afirman que esto es crucial para ser un progenitor atento.

3. La estructura

Antes de tener un hijo, ambos expertos recomiendan plantearse si los padres cuentan con una vida organizada de forma que podrán afrontar su crianza. También piden valorar las reglas y los hábitos de la pareja.

"¿Tienes una vida caótica, u otra que ofrece una sensación de seguridad?", reflexiona el mismo. Además, es probable que se deban agregar más cambios una vez el niño haya nacido.

4. La aceptación

Ambos concuerdan además que esforzarse por no alejar al niño de sus intereses, así como mostrarles amor y cariño, implican mandarles un mensaje de aceptación. Y cuando el hijo se siente aceptado, entonces este no cuestiona cuánto se le valora.

"Vas a tener nociones preconcebidas del niño. Pensamos que va a ser de cierta manera, pero cuando llega al mundo esto cambia, y se debe descubrir quién es y cómo estar cómodo con él", proseguía Covell.

Pero con respecto al día a día, Quetsch ofrece un ejemplo. Unos padres veían cómo su hijo desarrolló un interés por los relojes, y solo quería jugar con estos aparatos, lo cual les preocupaba. La experta en psicología, sin embargo, les recomendó jugar ellos también con dichos relojes.

5. La contención

Cada niño es distinto, y unos se portarán peor que otros. El hecho de que un padre sea muy disciplinario puede causar que se deterioren las relaciones paterno filiales, mientras que quienes son demasiado permisivos podrían perder el respeto de sus hijos.

El punto medio entre ambas actitudes, la contención, es lo que ambos expertos recomiendan. Se trata de ser selectivo a la hora de escoger en qué momentos se va a confrontar al niño y en cuáles no. Por ejemplo, se puede mostrar comprensión si un día el niño no quiere ir a la escuela, a la vez que se le deja claro que es algo necesario.

6. El liderazgo

Definida como el punto intermedio entre la aceptación y la contención, esta última clave consiste en los valores ejemplares que se gustaría que el hijo adoptase, pero sin embargo no intervenir en el caso de que su comportamiento no concuerde con los mismos.

Además, Covell y Quetsch afirman que esta característica es más importante para padres de hijos no tan pequeños, y los cuales están experimentando con su propia autonomía.

Evitar ser "una víctima"

Los mismos recalcan que uno nunca debe permitir convertirse en víctima de un mal comportamiento ajeno, y la crianza de los hijos no es una excepción. "No se trata de saber mucho del tema, sino de saber cómo crear una conexión con el niño", asegura Covell.

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