
Hablar de lujo es hacerlo de estatus. Un estatus que, obviamente, tiene un precio al alcance de muy pocos. No obstante, lo que subyace detrás de toda esta industria tiene un impacto mucho más permeable, alcanzando a todas las capas de la sociedad. Esta ha sido una de las conclusiones del primer congreso Málaga Luxury Summit.
Organizado por Elite Excellence-Federación Española del Lujo, en colaboración con la Junta de Andalucía división de turismo Andalucía Luxury y Lucas Fox como patrocinador, este congreso ha firmas de la talla de Chopard, IWC, Dinh Van, Esquire, La Prairie Switzerland, Foreo, Claudia di Paolo, Grupo Osborne, Julian Mármol, Bang & Olufsen, Museo chicote, Evok Collection, Moco Museum o JRE-Jeunes.
La consultora Bain & Company estima una tasa de crecimiento anual de entre el 5% y el 7% hasta 2030 para la industria. Por tanto, el valor de mercado de los bienes personales de lujo oscilaría entre los 540.000 y 580.000 millones de euros a finales de la presente década, frente a los 353.000 millones en 2022, un aumento de más del 50%.
Unas cifras que tienen impacto no solo en las cuentas de resultados de las grandes corporaciones, sino que también "tienen un calado importante en otros segmentos. Por ejemplo, en los propios trabajadores de las compañías. Asimismo, el sector del lujo es importante para otros sectores asociados como el de artesanos, el de transporte, el del turismo", recalcó Sandra Andújar, presidenta de Elite Excelence – Federación española de lujo.
De hecho, la huella que deja esta industria tiene un peso cada vez mayor entre los consumidores, sobre todo, entre las nuevas generaciones. El 70% de la Generación Z tiene en cuenta los salarios justos y la seguridad de los empleados a la hora de elegir una marca, mientras que un 60% se fija en la diversidad e inclusión en los equipos, otro 60% aseguró tener en cuenta la reducción de la huella contaminante de la marca, un 50% el activismo social y un 45% el uso de materiales ecológicos, según datos de Bain & Company.
Más allá del precio
Si bien la industria del lujo tradicionalmente se posicionaba al alcance de unos pocos, se encuentra inmerso en un proceso de democratización. De hecho, el denominado recommerce (venta de productos de segunda mano) no deja de crecer. Este modelo de negocio permite unos precios más razonables y fomenta la economía circular. El mercado de artículos de lujo de segunda mano ascendió a 43.000 millones de euros en 2022, según Bain & Company.
Por otro lado, el precio no siempre define la decisión de compra. No en vano, los productos y servicios de lujo apuestan por el valor añadido: utilización de materiales seguros y de gran calidad o el desarrollo que existe durante todo el proceso productivo hasta conseguir el resultado final. Igualmente, se centran en la experiencia de compra, ofreciendo exclusividad y una parte emocional, y en la innovación, mezclada siempre con la parte más tradicional del saber hacer.
En este sentido, los expertos también han identificado la responsabilidad de las firmas como un aspecto clave. Así, la sostenibilidad juega un papel fundamental. "Gracias a la inversión en tecnología, ahora mismo esencial, hemos podido llevar a cabo cambios imperceptibles para el usuario, pero muy significativos con respecto a la huella ambiental", explicaba durante el summit Emmanuel Sauvage, cofundador y director general de Evok Collection.
Un país sin complejos
Durante este congreso, los expertos también han querido resaltar el papel de España dentro de la industria del lujo y cómo debe "aprender a venderse sin complejos", tal y como sostuvo Philippe Guillaumet, cónsul honorario del Principado de Mónaco en España, fundador de PRP Luxury Consultant S.L. y ex CEO de Richemont Iberia.
Precisamente, este es uno de los objetivos de iniciativas como Málaga Luxury Summit: sentar las bases de un plan estratégico a nivel nacional que posicione a nuestro país como referente en el sector de alto impacto, encabezando la lista de destinos preferentes para su público objetivo.
"España cuenta con un gran potencial gracias a su patrimonio. No obstante, hay un déficit de imagen que necesita ser subsanado. Por ello, a través de iniciativas como estas sentamos las bases de lo que será una transformación sin precedentes, siempre con el impulso de las ciudades y las grandes corporaciones", concluyó Sandra Andújar.