Actualidad

Estos son los consejos de la OCU para prevenir riesgos si pretendemos disfrazarnos en el carnaval

Los próximos fines de semana, muchas localidades acogerán las fiestas del carnaval, en la que sin duda el elemento protagonista es el disfraz.

Durante esta celebración, de carácter alegre y divertida, solemos vestirnos con extravagantes trajes que nunca hemos usado. También es habitual acompañarlos de maquillaje llamativo de forma abundante, y añadir accesorios extraños al disfraz. Todo ello con tal de conseguir que el atuendo consiga causar el mayor impacto posible.

Todos estos componentes pueden estar compuestos por materiales de dudosa calidad o presentar algún riesgo para quienes habitualmente no los emplean. Por ello, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ofrecen una serie de consejos para prevenir riesgos, especialmente en el caso de que pretendamos disfrazar a los niños más pequeños.

Precauciones con el maquillaje

No uses el maquillaje ni esmaltes para las uñas en menores de 3 años, ya que tienen disolventes que pueden ser peligrosos si se llevan las manos a la boca.

Comprueba que el producto lleve el marcado CE y cumple la normativa de cosméticos. Además, debe incluir la lista de ingredientes y un bote abierto con la duración una vez usado. Si se abrió el pasado Carnaval, lo más probable es que ya esté caducado.

Entre los ingredientes, conviene evitar los perfumes y fragancias, así como los parabenos, el Methylisothiazolinone y otros conservantes como el BHA y el BHT.

Aplica una pequeña cantidad de maquillaje en el antebrazo 24 horas antes para comprobar la tolerancia del niño al producto.

Conviene extender primero una crema hidratante. Así, se facilita tanto la aplicación del maquillaje como su retirada. Además, disminuye la sensación de tirantez. No se debe aplicar maquillaje cerca de los ojos o de los labios.

Si observas picor o enrojecimiento, aclara con agua y no vuelvas a usarlo. Afirmaciones como "hipoalergénico" o "testado dermatológicamente" no garantizan nada.

Precauciones con los disfraces

Un disfraz con marcado CE no debería ser inflamable, pero no está de más mantenerse lejos de las fuentes de fuego. Se debe tener cuidado con las bengalas, petardos o mecheros, además de las chimeneas y estufas.

Si el disfraz es para un niño, es preferible que no lleven la cabeza cubierta por el riesgo de asfixia y por la inflamabilidad.

El disfraz debe ser adecuado a la edad del niño. Por ello, se deben evitar los que incorporan cordones y accesorios punzantes. Y si el pequeño es menor de tres años, asegúrate de que los adornos y espumas no puedan romperse y convertirse en pequeños trozos con los que se pueda atragantar.

Prioriza las tiendas especializadas en disfraces frente a los Marketplace de Internet, donde hay menos controles. En cualquier caso, comprueba que el etiquetado incluye la dirección del fabricante.

En esta línea, no es mala idea confeccionar uno mismo un disfraz: es más sostenible y permite reaprovechar la ropa.

Una vez abierto el disfraz, tira la bolsa a la basura para evitar que los niños jueguen con ella (por el riesgo de asfixia) y lava el disfraz. Si no es lavable, procura airearlo 48 horas para evitar la concentración de sustancias potencialmente peligrosas.

Cuidado con las lentillas de fantasía, como las de ojos de serpiente, de zombi o de vampiro. No es recomendable adquirirlas por internet, en bazares o tiendas de disfraces; solo en una óptica, donde un profesional supervise la venta y garantice que no se pone en riesgo la salud de los ojos.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky