
El rey Carlos III recibirá próximamente en su palacio de Buckingham un paquetito con varios tarros. Dentro de cada tarro, mermelada de naranja amarga. No una mermelada cualquiera: elaborada especialmente para un rey con frutas mimadas en un palacio de reyes. El Alcázar de Sevilla. El alcalde hispalense, Antonio Muñoz, ha entregado al embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliott, treinta kilos de naranjas y diez de limones con los que se elaborará la mermelada reservada para la Familia Real británica.
Las naranjas se han recogido de los árboles que adornan el cenador de Carlos V, uno de los rincones con encanto del palacio soñado por Pedro I en el siglo XIV donde se plantaron los primeros naranjos en Sevilla.
El embajador Hugh Elliot será ahora quien elabore con sus propias manos la mermelada del rey según una receta familiar, heredada de su madre.
La tradición fue iniciada por Alfonso XIII, cuya esposa la reina Victoria Eugenia era nieta de la reina Victoria. La costumbre se mantuvo con intermitencias, pero ha sido recuperada por el embajador Elliot en 2020. Hasta ahora la destinataria había sido la reina Isabel. Será la primera vez que quien reciba los tarros con mermelada sea el nuevo rey Carlos.
En el Real Alcázar de Sevilla 1.027 frutales -38 limoneros y 989 naranjos- que se recogen a mano todos los años.
En toda Sevilla
Y el Alcázar no es una isla en Sevilla si se habla de naranjas. Todo lo contrario. Sólo en las calles y en los parques y jardines de la ciudad hay 47.776 naranjos. Y aún habría que sumar los que están plantados en recintos privados o en espacios que no competen al Ayuntamiento, como el Parque del Alamillo.
Recoger las naranjas de esos árboles no es una cuestión menor en la ciudad. La cosecha media anual es de unos 3 millones de kilos. La campaña de recogida de la naranja amarga 2022-2023 se inició a mediados de diciembre y se generaliza ahora, cuando la fruta está madura y cae fácil, por toda la ciudad. Concluirá a finales de febrero.
Recoger las naranjas supone para el Ayuntamiento un desembolso de190 euros este año
Las labores de recogida cuentan con una planificación por barrios, primero grandes avenidas y después calles interiores. Este año los trabajos tienen un presupuesto de más de 190.000 euros, lo que supone el doble que el pasado año. Se implica a 225 operarios, tanto personal propio de Parques y Jardines como de las distintas empresas adjudicatarias de los contratos.
El método de recogida es manual. Es difícil utilizar maquinaria para la recogida en entornos urbanos –donde las labores de deben adaptar a la fisonomía de las aceras y calzadas y a los coches aparcados–. El uso de escaleras está dejando paso a plataformas mecánicas en aquellos lugares con amplitud suficiente, lo que redunda en una mayor seguridad laboral y agilidad en la recogida.
Los usos
De los 2,8 millones de kilos recogidos el año pasado, casi el 90% va a vertederos autorizados y de gestión controlada para destinarlos a la fabricación de compost y cosméticos, o se destina a alimentación de ganado.
Un 2% va a la planta El Copero de la empresa metropolitana de aguas Emasesa para la fabricación de compost o a la generación de electricidad a partir del gas generado.
Un 7% acaba en el vertedero directamente.
Porque sólo unas pocas naranjas escogidas acabará en forma de mermelada en la mesa del rey Carlos.