El vació de poder en una compañía es un problema que se debe gestionar lo más rápido posible. En España hasta hace unos años ha sido considerado un tema tabú hablar de la sucesión del Primer Ejecutivo de una compañía, pero las empresas deben tener un plan de sucesión. "Este tema es clave en las agendas del consejo de administración, debe ser una conversación rutinaria", comenta la consejera independiente de Federación Europea de Riesgo y Gestión, Isabel Martínez Torre-Enciso.
Dicho plan permite tener una selección previa de posibles candidatos para ponerse al frente de la compañía. El objetivo es minimizar los riesgos y para ello se debe estipular una matriz de competencias, que van desde ciberseguridad hasta la sostenibilidad, que debe cumplir este Primer Ejecutivo.
Desde el sector recomiendan que el proceso de selección de candidatos y del próximo Primer Ejecutivo lo haga una auditoría externa. "Aunque las autoevaluaciones sean muy prácticas se pierde efectividad. En muchos casos dentro de la propia empresa hay tensiones y luchas por el poder, con una evaluación externa se evitan estos problemas, además de los sesgos organizativos y favorece la detención de elementos que no funcionan dentro de la compañía", asegura la consejera independiente de Iberdrola, Mª Ángeles Alcalá.
No obstante, cuando un Primer Ejecutivo deja su cargo involuntariamente se debe ejecutar un plan de emergencia. Este obliga a llevar a cabo una actuación rápida, para ver quien se ocupa del cargo de forma provisional y buscar una solución en el menor tiempo posible y, sobre todo, generando el mayor caos.
Remuneración
En el Ibex 35 la retribución fija para un presidente del consejo de administración ronda los 337.500 euros y en el caso de un vocal los 98.798 euros. Esta es la estimación de salarios sin tener en cuenta las dietas de aproximadamente 2.600 y 2.000 euros respectivamente. Además, según las condiciones de sus contratos queda estipulado que una vez cese su contrato se les debe pagar dos veces la retribución fija, aunque hay muchas empresas que no lo cumplen.
Si se tienen en cuenta los salarios de los presidentes de la comisión de auditoría la diferencia es abismal. La renta del presidente del consejo de administración multiplica por siete el salario del presidente de la comisión de auditoría que es de 45.000 euros. Con una remuneración menor, también, están el presidente de la comisión de nombramientos y/o retribuciones, con 40.000 euros y el presidente de la comisión de sostenibilidad, 39.450 euros anuales.
Desde el sector consideran que las retribuciones de los consejeros deben ser justas y equilibradas. "Cada vez hay más exigencias, más riesgos y más responsabilidades que deben reflejarse en el sueldo. Ahora se pide más tiempo y dedicación porque un consejero está vinculado a las decisiones de la compañía. Por ello merece la pena una revisión y una compensación", alegan.
Igualdad de género
La igualdad de género, junto con la sostenibilidad, está ganando cada vez más importancia. Países como Francia e Italia están liderando este aspecto, pues más del 40% de sus consejos están compuestos por mujeres. Algo similar a lo que ocurre en Bélgica, Noruega o Suecia. En España, el Ibex 35 se ha quedado a tres puntos de conseguir el objetivo de tener un 40% de mujeres consejeras. Así de un total de 431 miembros en los consejos, 159 son mujeres. Un 10% más que en diciembre de 2021 cuando los consejos estaban integrados por 144 mujeres.
De las empresas del Ibex, solo 16 llegan a la marca del 40% e incluso la superan. En cabeza están Cellnex, con un 54,5%; Red Eléctrica de España, con un 50%; Mapfre, con un 46,2% y Acciona Energía con un 45,5%. Todo lo contrario, ocurre en el mercado continuo donde la paridad está sufriendo un proceso más lento y solo un 31% de las mujeres están en el consejo.
Los comités de dirección están compuestos por un 37,8% de mujeres, lo que supone que hay 51 mujeres presidentas de un total de 135 miembros. El caso de la alta dirección es totalmente distinto y la igualdad está más alejada, pues a finales de 2022 solo un 20,1% de las mujeres estaban en estos puestos. Además, hay todavía cuatro empresas del Ibex 35 que no han incluido a mujeres en sus comités de dirección.